El escritor, que sostiene en la mano derecha su libro Pensando en España, dedicado al pintor, aparece con su frente amplia y arqueada, su rostro enjuto de pómulos salientes, los ojos semicerrados como en meditación, en una pose entre elegante y ascética. El azul intenso del cielo contrasta fuertemente con los ocres del paisaje y con un cortinaje que enmarca la figura del escritor y le da al cuadro un elemento inesperadamente barroco.
Muy distinto en estética es el, en teoría, cuadro estrella de la subasta, Niña entrando en el baño, de Sorolla, fechado en 1917 aunque acabado dos años antes. Se trata de uno de los lienzos que el artista pintó en La Malvarrosa en 1915 y muestra a una muchacha corriendo hacia el borde del mar.
Completan la oferta de pintura española, parte de la subasta de arte europeo, un paisaje de la costa mallorquina de Hermenegildo Anglada-Camarasa titulado Nocturno Cala Murta; otro de Santiago Rusiñol, Cipreses dorados (Huerta del duque de Gor), y varias obras de gran formato de José María Sert.
Nocturno Cala Murta (1933) es una obra de influencia claramente simbolista con una paleta de colores densos, dominada por el azul intenso de los acantilados y del mar en contraste con los amarillos y rosas de la luna llena. El paisaje de Rusiñol, pintado hacia 1898 y que se presentó en la exposición Jardines de España, celebrada en París en 1899, refleja el amor del artista por Granada y la luz y el colorido extraordinarios de sus jardines.
El lote de Sert pertenece a las pinturas monumentales que compró el estadounidense Henry Carnegie Phipps para decorar el salón de estar de su casa de Palm Beach (Florida). Pintadas durante 1922-23, las obras, de temática carnavalesca e influidas por el barroco, fueron un encargo de Alfonso XIII y debían de servir de modelo para tapices de la Real Fábrica que nunca llegaron a realizarse.