El instrumento perteneció a Wallace Hartley, víctima mortal del naufragio del Titanic, junto a otras 1.500 personas cuando el barco se hundió en 1912. Su violín, fabricado en Alemania alrededor de 1880 probablemente en la escula de Berlín o en la de Destre, fue encontrado atado al cuerpo de Wallace después de que muriera en el hundimiento. Lleba una etiqueta tardía de Giovan Paolo Maggini Brescia.
El barniz original, ahora en gran parte ausente, es de un color marrón oscuro con una cubierta marrón de oro. Su azarosa vida se refleja en su estado, con signos de restauración y grandes grietas en el cuerpo del instrumento. El preciado instrumento cuenta con una inscripción en la parte posterior que revela que fue un regalo de su prometida Maria Robinson, con ocasión de la ceremonia de compromiso nupcial: «Para Wally, con motivo de nuestro compromiso». La boda se iba a celebrar a su regreso.
Un héroe
Considerado como un héroe, a Hartley se le atribuye la decisión de hacer que su orquesta de cámara tocara el himno histórico Nearer, My God, to Thee, en un intento de calmar a los pasajeros que se subieron a los botes salvavidas. Los ocho músicos murieron en el desastre. Los restos de Hartley fueron recuperados el 25 de abril de 1912 y su cuerpo fue registrado con el número 224.
El instrumento, que siempre se había dado por perdido, se encontró por suerte en el ático de una casa en 2006, y tras algunas pruebas posteriores éstas demostraron que es auténtico.
La venta del violín se ha llevado a cabo en la puja organizada por la casa de subastas británica Henry Aldridge and Son, especializada en objetos de colección, y que ya había sacado al mercado varios recuerdos del Titanic. A excepción de dos grandes grietas, causadas por la humedad, el instrumento y su estuche se encuentran en perfecto estado, aunque solo conserva dos cuerdas.