A pesar de su prematura muerte (murió con 34 años), Klein tuvo tiempo de realizar una producción que pasó a la historia del arte universal. En 1947, con tan solo 19 años, compuso su primera Sinfonía monótona. Tras recorrer Italia, Gran Bretaña, España y Japón entre los años 1948 y 1952, en 1955 fijó su residencia permanente en París, donde le dedicaron una exposición individual en el «Club des Solitaires». Sus pinturas monocromáticas fueron objeto de exposiciones en la Galería Cloette Allendy y la Galería Iris Clert, en París, en 1946. Klein murió en París de un ataque al corazón poco antes del nacimiento de su hijo.
Además de esta obra, la noche dejó otros importantes remates, como la adjudicación por 26,9 millones de euros de la obra Estudio para autorretrato, pintada por el pintor británico Francis Bacon en 1964, una de las mejores épocas del artista. Otros nombres habituales en las subastas de arte contemporáneo también obtuvieron importantes ventas, como Gerard Richter y su obra Struktur, vendida por 9,5 millones de euros, y Lucian Freud con Naked Portrait, adjudicada por 5,3 millones de euros.