La oficina judicial anunció el acuerdo que pone fin a una batalla legal iniciada en 1999, cuando las autoridades estadounidenses confiscaron varias obras cedidas por el Leopold al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), y cuya propiedad demandaban dos familias judías.
Lea Bondi Jaray fue forzada por los nazis a entregarles sus propiedades y a exiliarse a Londres cuando Alemania ocupó Austria. Según detalla la Fiscalía, el cuadro le fue expoliado por el coleccionista de arte nazi Friedrich Welz y, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, fue entregado por el Ejército de EE.UU. a la Galería Nacional de Austria.
Engaños y paciencia
Años después, Bondi intentó recuperar la obra con la ayuda del coleccionista Rudolf Leopold, quien, sin embargo y según la Fiscalía, la engañó para quedarse con el cuadro, con lo que pasó a engrosar la lista de obras de arte de Leopold. Desde entonces, e incluso después de la muerte de Bondi en 1969, su familia luchó para conseguir la propiedad de la pieza, mientras que Leopold, que falleció en junio pasado, llegó a contar con una colección de 5.400 pinturas, incluidas 250 de Schiele, afirmaba ser su legítimo propietario.
A mediados de los años 1990, el valor de la colección de Leopold se estimó en unos 574 millones de euros, aunque el coleccionista accedió a vender sus obras al Estado austríaco por 160 millones de euros (195 millones de dólares), a cambio de mantenerla en una fundación privada y exponerla en un museo bajo su dirección vitalicia. El Museo Leopold [1] forma parte del llamado Barrio de Museos de Viena, un espacio público cultural inaugurado en 2001 en lo que antiguamente eran las caballerizas imperiales austrohúngaras.