La obra había sido puesta a la venta por 2,72 millones de libras (3,2 millones de euros). Los grupos The Art Fund y National Trust lograron recaudar 1,7 millones de libras a partir de donaciones privadas y, tras una campaña pública, el Gobierno británico decidió finalmente poner el resto del dinero, para que el cuadro siga en el país y pueda ser contemplado por sus ciudadanos.
El cuadro, que fue realizado por Brueghel el Joven en 1602 y muestra a Jesucristo cargando con la cruz en su camino hacia la crucifixión, llevaba 200 años expuesto en el Nostell Priory (Priorato de Nostell), una mansión del Estado en Wakefield, en el norte de Inglaterra.
El edificio fue históricamente propiedad de la familia de Rowland Winn, barón de St. Oswald, hasta que en el año 1954 pasó a formar parte del Patrimonio Nacional británico, quedando en sus dependencias un buen número de obras de arte –entre ellas el «brueghel»– en calidad de préstamo. Pero el pasado año, el actual propietario de la pintura, Lord St. Oswald, anunció que había decidido poner a la venta la pintura, marcando un plazo de tiempo que expiraba en la pasada Navidad.
Desafío en un contexto de crisis
Procesión al Calvario está considerada como una de las mejores obras de Brueghel el Joven. En ella se muestra un paisaje lleno de figuras que siguen adelante con su vida cotidiana, la mayoría demasiado ocupados para prestar atención a la pequeña procesión que Cristo y sus captores están haciendo penosamente en su camino a la cima del Monte Calvario, una colina desolada salpicada de cruces.
Existen cinco versiones conocidas de esta misma escena, incluida una de un tamaño algo superior en la Galería Uffizi de Florencia, pero esta segunda versión está considerada como la mejor y es la única exhibida al público en el Reino Unido.
Stephen Deuchar, director de The Art Fund, prestigiosa organización independiente británica dedicada a la salvaguarda del patrimonio artístico, afirmó que «teniendo en cuenta la situación económica actual, la campaña para rescatar el cuadro de Brueghel superó muchos desafíos».
Desde que naciera en 1903, este fondo, que cuenta con 80.000 socios, ha ayudado a salvar más de 860.000 obras de arte. Sin The Art Fund, obras famosas como la La Venus del espejo de Velázquez, las Tres Gracias de Antonio Canova o la Virgen de los claveles de Rafael habrían abandonado el Reino Unido.