El país luso, uno de los aliados históricos de ARCO, ha sido valorado para este nuevo proyecto de IFEMA como uno de los focos culturales de mayor atractivo y un mercado de creciente dinamismo, merecedor de un evento artístico relevante y estable dentro del circuito de ferias de arte contemporáneo, por su contexto artístico único, de gran calidad y en permanente diálogo con el arte internacional.
Al mando está Carlos Urroz, director de ARCOmadrid, y su equipo, que aborda el proyecto portugués con la misma ilusión que el madrileño, a pesar de tratarse de una feria más modesta en tamaño. Urroz insiste en que las dos citas artísticas contarán con su propia identidad, su propio valor diferencial. «Hay criterios parejos, pero singularizados», sentencia Luis Eduardo Cortés, presidente del comité ejecutivo de IFEMA.
Pedro Cera, galerista portugués, habla de esta iniciativa como un «paso natural» para los coleccionistas y el público general de su país, que siempre ha prestado especial atención a ARCO. El momento debía ser ahora que la economía portuguesa comienza a recuperarse y a atraer inversores brasileños y chinos, además de la evolución del turismo, convirtiéndose el pasado año en el destino con mayor crecimiento de pernoctaciones de Europa.
Visibilización y diálogo
A medio año de su apertura, ARCOlisboa no tiene cerrado su programa por completo, por lo que la cifra de 40 galerías es aproximada. De entre los países participantes, entre los que se incluyen, obviamente, Portugal y España, se cuentan Brasil y Estados Unidos, entre otros. Cada galería deberá pasar el proceso de selección que el comité de ARCO establece.
Articulado en torno a la idea de Artista Destacado, ARCOlisboa ofrece un espacio de visibilización de la escena artística portuguesa y de diálogo entre artistas internacionales y lusos. Como en su homólogo madrileño, el evento lisboeta también acogerá a coleccionistas invitados, herramienta destinada a potenciar el coleccionismo.
Tras los intentos fallidos de expandirse hacia Dubái y China, destinos demasiado copados en lo que a ferias artísticas se refiere, el proceso de internacionalización de ARCO comienza en Portugal, una cita que pretende repetirse anualmente, y mira hacia Latinoamérica, donde está el futuro, según Cortés, que opina que «en esto de llevar nuestra marca más allá de nuestras fronteras los españoles estamos haciendo un buen trabajo».