La obra entronca con la corriente creativa iniciada por el artista desde los años 90, que ha dado lugar a uno de los conjuntos más importantes de obra gráfica contemporánea, tanto conceptual como físicamente.
Ejercicio de memoria
Desde esa fecha, todas sus series enlazan unas con otras y generan una "secuencialidad" basada en variaciones sobre un espacio y unos materiales limitados por voluntad del propio artista. Este procedimiento corre en paralelo al que desarrolla en su práctica escultórica.
Conceptualmente, la gráfica de Croft es el resultado de una serie de transformaciones, tachonaduras y borramientos sobre planchas convertidas en palimpsestos que guardan las huellas y los trazos de los trabajos anteriores. A este ejercicio de memoria se le suman los juegos cromáticos que se combinan y superponen de manera similar.
Viejas planchas
Para Estampa 2010 [1], José Pedro Croft ha creado una imagen sobre papel donde el desdoblamiento del espacio está muy en relación con su escultura, basada en líneas geométricas formadas por contundentes estructuras metálicas, espejos y cristales.
El autor vuelve a reutilizar viejas planchas y convierte sus cajas escultóricas sobre el papel en un infinito constante y cambiante que se desdoblada y multiplica sin límites, permitiendo la creación de una obra única.
José Pedro Croft está considerado como uno de los más importantes representantes del arte portugués contemporáneo, con una obra centrada principalmente en el dibujo y la escultura. A juicio de la crítica, Croft es uno de los renovadores de la escultura portuguesa y una de las figuras más representativas del panorama artístico internacional.