La idea es fortalecer las relaciones y el conocimiento entre todos los profesionales del mundo del arte: coleccionistas, artistas, comisarios, galeristas e instituciones. Para ello, cerca de 75 galerías mostraron obras de artistas latinoamericanos, españoles y portugueses primero en Londres (7-10 de junio) y después en Nueva York (15-18 de noviembre). Este último encuentro ha contado con la presencia de cinco galerías españolas.

El huracán

Es importante señalar que esta edición se ha visto marcada significativamente por el impacto del huracán Sandy. Muchas galerías y museos tuvieron que posponer sus fechas de inauguración debido a sus consecuencias y hace tan sólo unos días The Economist se hacía eco de la noticia de que varias galerías de Chelsea se habían visto seriamente dañadas.

Pero, poco a poco, la ciudad ha vuelto a la normalidad y su población lleva a gala su capacidad de recuperación tras los momentos de crisis. Al igual que el alcalde Bloomberg solicitó voluntarios y se han multiplicado los programas de ayuda a los negocios damnificados, se han creado también asociaciones y programas destinados a la protección del arte y apoyo a los artistas que de alguna manera se han visto afectados por el desastre.

Así surgió, por ejemplo, la ayuda específica del American Institute for Conservation of Historic and Artistic Works, bajo el título de AIC-CERT Program (Collection Emergency Response Team). Entre otros proyectos, esta fundación ha desarrollado una serie de talleres sobre conservación preventiva para artistas y profesionales del arte gracias a la colaboración del MoMA. PINTA 2012 se ha sumado a esta iniciativa y, con el objetivo de recaudar fondos para sostenerla, diseñó una promoción online de entradas 2 x 1 a 25 dólares (algo más de 19 euros) que ha tenido un éxito considerable y ha atraído a más público a la feria.

Del muelle a la calle 34

Aunque toda la zona de los muelles, que tradicionalmente se utiliza como recinto ferial, ha quedado dañada por las inundaciones, el hecho de que esta sexta edición se celebrara por segundo año, y solo por motivos económicos, en plena calle 34, entre las avenidas Quinta y Sexta, y no en uno de esos piers, impidió un casi seguro aplazamiento.

PINTA 2012 se ha centrado, por tanto, en un espacio mucho menor que el de los antiguos dos pabellones, reduciéndose su espacio expositivo a prácticamente la mitad, lo que ayuda a lograr una mayor solidez en el hilo expositivo, pero también provoca que muchas galerías se queden con las ganas de participar.

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Cada visión del mundo

El curador Jacopo Crivelli reunió nueve proyectos artísticos en la sección Individual Art Projects. Mediante este conjunto, unificó la obra de artistas consagrados y noveles, logrando una poética que mezcla las peculiaridades de cada visión de mundo, la sensación del paso del tiempo, la proximidad entre arte y vida y la frontera entre ambas.

Desde su primera edición, la feria le ha dedicado gran atención a los pioneros del campo de la abstracción geométrica y su impacto en otras manifestaciones artísticas. Este año se siguió también esta línea, llevándola incluso un paso más allá, buscando una relación entre la abstracción y la arquitectura. Juan Iribarren, Beto de Volder, José Dávila y Ricardo Alcaide son algunos de los artistas que representaron este diálogo artístico.

Liliana Porter

Además, PINTA ha continuado promocionando creadores de todo el subcontinente así como de la peninsula Ibérica. Entre los más importantes se encuentran Carmelo Arden Quinn, Raúl Lozza, José Pedro Costigliolo, Martha Boto, Lygia Clark, Antonio Assis, Waltercio Caldas o Amilcar de Castro. Sin embargo, cabe destacar entre todos ellos la obra excepcional de Liliana Porter, representada por la Hosfelt Gallery. La artista reside en Nueva York y fue premiada en 1989 con la Guggenheim Scholarship. Su obra presenta los paradigmas de la representación y el equilibrio de las técnicas más dispares sobre un mismo soporte. Así pone a prueba la idea del territorio estable y juega con la fina línea que separa la apariencia de la realidad.

En resumen, y si bien la experiencia de artistas y galeristas durante los días previos a la inauguración de PINTA 2012 se vio indudablemente marcada por las dificultades provocadas por el paso de Sandy, el impacto mediático y de público de esta edición ha sido mucho mayor que el de otras ocasiones y eso se debe, por supuesto, a la calidad y novedad expositiva de este año, pero también, y muy significativamente, a la excepcional participación de personalidades del mundo de la cultura de Nueva York, que han querido enfatizar su apoyo a los damnificados por Sandy, en este caso también a los del mundo del arte.