La primera se distingue por ser una de las escasísimas ferias de arte en la que los propios artistas huyen del mercadillo de artesanía y se representan a sí mismos de una manera profesional y seria.
Como ha podido explicarnos la artista Linnea Hoover, cada uno de ellos ha sido seleccionado de entre miles a nivel internacional por un jurado especializado, y el ser aceptado en la muestra supone la concesión de un espacio cuyo montaje implica un coste que ronda los 8.000 dólares. Además de esta cantidad, cada artista es responsable del transporte, de elaborar su propio material de difusión, etc., lo cual añade una cantidad considerable al coste básico del privilegio de estar presente en la feria.
Explicaciones de viva voz
Cada stand se dedica, por tanto, a un único artista que puede ofrecer de viva voz explicaciones y detalles sobre su trabajo. Así, Jedediah Morfit permite a los visitantes tocar varias piezas con las que construye sus obras explicando el moldeado, talla y diseño de las mismas; o Rachelle Kearns invita a observar el efecto del acabado en resina de sus pinturas.
Las propuestas llegan en algunos casos a ser sumamente innovadoras, pero la sensación que se respira es la de un arte asequible y ciertamente comercial sin caer en clichés y con propuestas originales. Aunque no se trata de la única feria de este tipo en Nueva York, sí es la que cuenta con mayor calidad y no busca exclusivamente la venta de la obra expuesta. Como nos ha aclarado la artista Rosemary Crisci: “algunos de estos artistas no han conseguido una representación por parte de galerías anteriormente porque la celeridad con que venden su obra no se lo permite”. Así The Artist Project supone una gran oportunidad: no son aficionados sino profesionales ciertamente conocidos y llamar la atención de comisarios, prensa y otros medios dentro del mundo del arte es in duda un objetivo primordial de este encuentro.
Contexto distinto
En el caso de The AIPAD Photography Show, el contexto en el que se desenvuelve la actividad artística y comercial es sumamente distinto. Esta asociación nació en 1979 con miembros de Estados Unidos, Australia, Europa y Japón. Se trata de una feria ya consagrada, mientras que The Artist Project sólo puede contar (con cierto orgulloso éxito justificado) su primer año de vida.
The AIPAD Photography Show se ha establecido como la máxima feria exclusivamente de fotografía en Nueva York y se sabe merecedora de su fama junto con The Photo Miami Art Fair, Photo50 en The London Art Fair o Paris Photo.
En ella se aglutinan varias de las galerías más relevantes en el campo de la obra gráfica y fotográfica, como la Throckmorton Gallery, la Bonni Benrubi Gallery, la Yancey Richardson Gallery o la Scheinbaum & Russek, y se pueden disfrutar piezas de naturaleza dispar: daguerrotipos, c-prints, impresiones cromogénicas o copias tecnológicamente más avanzadas.
A diferencia de lo que pueda creerse, la fotografía posee un abanico de seguidores muy amplio y el coste de determinadas obras puede suponer auténticas fortunas que superan con creces muchas de las elaboradísimas pinturas presentes en, pongamos por caso, The Artist Project.
Ingente número de obras
No se trata de una muestra de grandes dimensiones; sin embargo, el número de obras expuestas es ingente y en cada stand algún galerista mantiene una efusiva conversación con alguno de sus clientes habituales, y es que, si hay un lugar para encontrar una ansiadísima instantánea de Edward Weston, William Klein, Paolo Pellegrin o Steve McCurry, en la que invertir una tarde y una cantidad escandalosa de dinero, es éste.
Tanto The Artist Project como The AIPAD Photography Show, vienen a confirmar que existe un ámbito para el coleccionista que vive el momento de recuperación que ya se venía anunciando sobradamente tras The Armory Show. Cierto es que el público que acude a estas dos ferias es ligeramente distinto, más especializado o más modesto, con más ganas de apostar por jóvenes talentos, etc. El objetivo varía pero, en cualquier caso, el balance de ambos eventos es positivo: en The Artist Project [1] los costes se cubrieron ya en el primer día de feria y la excelente oferta presente en AIPAD [2] este año permite hablar, según sus organizadores, de resultados inmejorables.