Como recordaba Alex Mor, cofundador de la galería parisina Mor Charpentier [1], en 2021 fue extremadamente difícil hacer pasar las obras de arte a través de las fronteras británicas. Hubo camiones parados en Dover durante días y obras que no llegaron a tiempo para exponerse en Frieze. Además señalaba las complicaciones de tener que registrar el arte como importaciones y exportaciones temporales: “Todo el arte no vendido que ingresó al Reino Unido para Frieze necesita ahora una licencia de exportación para regresar a Europa”. Sin embargo parece que este año estos obstáculos se han diluido o, por lo menos, no han impedido una elevada participación en las ferias.
Para Clarissa Tempestini, directora de la galería de Berlín ChertLüdde [2], pese a que el proceso sigue siendo “caro y un dolor de cabeza”, un factor ventajoso es el bajo IVA del arte en el Reino Unido (5% en comparación con el 19% de Alemania). Tempestini reconoce que al sector no le ha quedado otra opción que acostumbrarse a la nueva burocracia; y no solo a ella: también a muchos otros actores, desde transportistas hasta funcionarios de aduanas. Pero los efectos se siguen haciendo notar.
En comparación con las ediciones previas a la pandemia y el Brexit, el Frieze de este año se ha sentido más local que nunca. El asesor londinense Lawrence Van Hagen [3] comentaba al respecto: “Este año no hubo los grandes grupos de superricos estadounidenses o asiáticos, habituales en años anteriores”.
Esta preocupación la comparte Hugh Barclay, director de la Affordable Art Fair [4], que también se celebró del 20 al 23 de octubre en Londres. Barclay publicó una carta abierta a la ministra de Cultura del Reino Unido, Michelle Donelan, abogando por un «comercio sin fricciones», esto es, sin aranceles. En ella afirmaba que “como el mayor organizador de ferias de arte hemos experimentado una caída del 30% en las galerías internacionales que vienen al Reino Unido”, para añadir: “Las galerías no están respondiendo a este mundo posbrexit de manera favorable. Como resultado se está reduciendo nuestro acceso a la cultura global y causando un perjuicio económico”.
En este contexto complejo, Frieze Master ha buscado este año nuevas maneras de hacerse notar y asegurarse atracción y ventas. La rareza han sido los fósiles de dinosaurios. La Galería David Aaron [5] ha mostrado un esqueleto completo de un camptosaurus de 154 millones de años, que se vendió el primer día por un millón de libras a un coleccionista privado, y el cráneo de un ejemplar juvenil de tricerátops, que fue reservado por algo menos de un millón, según destacó el director de la galería, Salomon Aaron: “Hemos estado adquiriendo dinosaurios durante al menos una década y mostrándolos públicamente durante varios años”.
El primer galerista en llevar esqueletos fosilizados a Frieze Masters fue en 2019 Jethro Sverdloff, director de la galería londinense ArtAncient [6]. Entonces vendió un cocodrilo de 50 millones de años por 1,2 millones de libras esterlinas a un joven coleccionista europeo. A esta edición, Sverdloff llevó una colección de meteoritos. Veremos con qué se atreve el año que viene.
Eventos paralelos
Durante los días de la feria se han sucedido en Londres todo tipo de eventos paralelos. Por un lado, las subastas de la Frieze Week, en las cuales Christie´s decidió encabezar la venta –todo un acierto– con una obra de David Hockney, Early Morning Saint-Maxime (1968-69) [7]. Con una estimación de preventa de 7 a 10 millones de libras recaudó finalmente 18 millones de libras (20,8 millones de libras en total). Y el éxito de la subasta continuó, porque en las veladas del 20 y 21 de octubre se vendieron todas las obras. «Esta venta da una idea de lo importante que es esta semana para Londres y la energía que tenemos aquí», comentó el presidente global de Christie´s, Jussi Pylkkänen.
James Sevier, director Europeo de Arte Contemporáneo de Sotheby´s [8], reconoce que las ventas nocturnas han funcionado muy bien este año y apuntó una probable causa: “No hay duda de que la moneda está jugando un papel relevante”. Y es que parece que las fuertes ventas de los artistas del Reino Unido durante la semana de Frieze se atribuyen, al menos en parte, a una libra esterlina debilitada que atrae a los coleccionistas que gastan en dólares, comparativamente fortalecidos.
Por otro lado, uno de los actos más sonados lo protagonizó Damien Hirst, quien quemó varias de sus obras en directo (vía Instagram) [9]. La provocadora acción forma parte de su proyecto The Currency [10], que consta de una colección de 10.000 NFT. Cada uno de estos token no fungibles corresponde a una pintura física con sus característicos puntos multicolores, realizados con pintura de esmalte sobre papel artesanal. Las piezas estaban inicialmente disponibles sólo por 2.000 dólares, un precio muy asequible en comparación con el resto de trabajos de Hirst.
«Mucha gente piensa que estoy quemando millones de dólares en arte, pero no es así. Estoy completando la transformación de estas obras en NFT quemando sus versiones físicas», escribió Hirst en Instagram. «El valor del arte digital o físico, que en el mejor de los casos es difícil de definir, no se perderá, se transferirá al NFT tan pronto como se quemen».
Meses después de su compra, los coleccionistas tuvieron que tomar una decisión: quedarse con la pintura, lo que significaba que perderían el NFT, o conservar el NFT y quemar la pintura. El caso es que los coleccionistas eligieron ambas opciones casi a partes iguales, ya que 5.149 optaron por cambiar su NFT por la pintura original y 4.851 eligieron el NFT. Las piezas en cuestión se han exhibido en la Newport Street Gallery de Londres [11] y durante los días de la feria se ha llevado a cabo la quema.
Pero no solo el fuego de Hirst ilumina el mercado del arte de Londres: parece que se está asentado el polvo del Brexit y las perspectivas no son tan catastróficas como se temía. Aunque cierto es que la relevancia de Frieze puede verse amenazada por la ausencia de varias galerías internacionales, como Paula Cooper [12], Marian Goodman [13] o LGDR [14], que asistieron a las ediciones de 2020 o 2021, pero que este año prefirieron Paris+ par Art Basel [15] (del 20 al 23 de octubre). Habrá que estar muy atentos a qué sucede en esta nueva apuesta que desbanca a FIAC en la capital francesa.