«Es una decisión filosófica», comentó Barenboim en la presentación. «El futuro será digital y deberá mejorar la calidad». En este sentido, todas sus grabaciones estarán disponibles en iTunes en alta calidad: «Quiero intentarlo y mirar hacia el futuro, insertarme en la mentalidad del mundo digital», indicó el director, que se considera fascinado por ese campo y también por su dominio por parte de los jóvenes. «Me gusta su pureza. Hay algo increíblemente directo en ello y estoy fascinado por las posibilidades que ofrece».
Bruckner, primer proyecto
Los planes iniciales para el sello incluyen las Sinfonías de Bruckner con la Staatskapelle de Berlín. Barenboim grabó anteriormente dos ciclos de Bruckner con la Sinfónica de Chicago en la década de 1970 y con la Filarmónica de Berlín en la década de 1990. Sin embargo cree que las orquestas que interpretan el repertorio operístico, en especial la música de Wagner, aportan un toque especial a la música de Bruckner. «Tiene que ver con una cierta libertad en la interpretación, una cierta libertad en el fraseo y con una cierta calidad vocal –en lugar de puramente instrumental–. Y es por eso que quería grabar las sinfonías de Bruckner con la Staatskapelle, además de por que creo que va a ser muy diferente de las otras dos versiones».
Su otro proyecto es grabar una colección de los estudios con los que los jóvenes pianistas aprenden, pero que rara vez se escuchan correctamente. «Quiero grabar una pieza y tal vez dar tres o cuatro frases con consejos sobre cómo reproducirlo, con los problemas y desafíos que presenta. Una especie de «¡Ten cuidado!'».
Sobre sus raíces
Peral Music, cuyo logotipo ha sido diseñado por un buen amigo de Barenboim, el arquitecto Frank Gehry, es, además de la palabra empleada en español para designar al árbol, la forma yiddish del alemán ‘birnbaum’ o ‘peral’. Por lo tanto, el nombre reúne los distintos aspectos de la herencia de Barenboim.
El director seguirá grabando para la DG y Decca. De hecho próximamente grabará la Segunda Sinfonía de Elgar para Decca y las Sonatas para piano de Schubert y Il trovatore de Verdi (con Anna Netrebko y Plácido Domingo) para Deutsche Grammophon.