Sin duda, el anuncio fue una toda una sorpresa para los que esperaban a nombres más conocidos o que sonaban como favoritos, como Andris Nelsons, Christian Thielemann o Gustavo Dudamel. Quizás por el carácter precisamente discreto o desconocido de Petrenko, frente al enorme entramado mediático que es la Filarmónica, el asombro fue mayor. Sin embargo, unos días después de la elección, diferentes expertos coinciden en su acierto, alaban la fuerte personalidad de la Filarmónica y auguran un futuro de disfrute y música excepcional.

Joan Matabosch
Director Artístico del Teatro Real

«No hay duda de que es uno de los mejores directores de orquesta de la actualidad. Suena menos que otros nombres porque tiene un carácter discreto y es poco dado a exhibirse mediáticamente, pero su talento es excepcional y su paso por la Komische Oper de Berlin y el Festival de Bayreuth ha sido imborrable. Se ha convertido en lo más indiscutible y unánimemente alabado de la actual edición de El anillo del nibelungo de Bayreuth. Es un honor que uno de sus primeros compromisos internacionales tuviera lugar durante mi etapa en el Gran Teatre del Liceu, cuando en 2003 le invité a dirigir La dama de picas de Chaikovski».

 

Andrés Salado
Director Artístico y Titular de la Joven Orquesta de Extremadura

«Es una persona tremendamente preparada, de una formación excepcional y con una gran trayectoria a pesar de su juventud. Estoy seguro de que esos ingredientes han sido fundamentales para su elección. La energía y revolución de la juventud, unida a una extraordinaria concepción del sonido orquestal (uno de las cualidades de este gran director) nos harán a todos disfrutar de una etapa brillante de la Filarmónica. Ya su propia expresión facial lo dice, hay ciertas cosas que se dicen con la cara. ¡Humildad y música con mayúsculas! Me parece una atrevida, inteligente y estupenda elección por parte de la orquesta. Le deseo el mayor de los éxitos».

 

Luis Suñén
Director de la revista Scherzo

«Petrenko me parece un maestro sólido con el que la Filarmónica de Berlín puede acertar si los dos llegan a entenderse. Suena a perogrullada, pero él es un hombre tímido al frente de una orquesta que es un monstruo mediático, y además se ha enfrentado a la familia Wagner en Bayreuth.

Al parecer había en la propia orquesta, como en muchas, bandos enfrentados. Los que querían a Thielemann y los que querían a Nelsons. Ha acabado triunfando la tercera vía, y él debe imponerse frente a unos y otros. No tiene compromisos con ninguna multinacional del disco –de hecho ha grabado muy poco–, lo que facilita el engarce con el propio sello de la orquesta.

Ha hecho una buena carrera en la Komische Oper de Berlín y a nadie que lo haya escuchado le pareció raro que le ofrecieran –y él aceptara– la Ópera de Baviera, es decir, una casa de primerísima categoría. Tiene en su currículo el haber dirigido estupendamente El anillo del nibelungo en Bayreuth, pero poco más de relieve.

Por todo, la apuesta es arriesgada por ambas partes. Lo fue la de su antecesor, Simon Rattle, cuando todo el mundo esperaba a un alemán. Kirill Petrenko es ruso y de origen judío, lo que a la carcundia berlinesa le parecerá poco menos que sacrílego cuando podían haber elegido a un alemán de pura cepa como Thielemann. Pero Rattle finalmente se hizo con las riendas de la orquesta y Petrenko en eso les plantea el reto de una Europa que debe luchar contra las fronteras. No es en ese aspecto, desde luego, el caso de Gergiev, comprometido con Putin y que por eso puede pasarlo mal en Múnich cuando llegue».

 

Víctor Pablo Pérez
Director Titular y Artístico de la ORCAM

«Los músicos de la Filarmónica de Berlín han escogido a un maestro profundo en sus planteamientos y curiosamente nada mediático, por el momento. Creo que es una elección valiente y arriesgada pero pensada para un futuro más relacionado con la construcción de música de altura que en la simple imagen corporativa. ¡Todo un estimulante reto!»

 

Miguel Romea
Director de la Orquesta Sinfónica Verum

«Difícil evaluar la decisión de los filarmónicos. Quizá han buscado un compromiso con la música alemana de la que Petrenko es un artista conocedor en profundidad. Puede que suponga una vuelta a los valores de sonoridad germánicos de la etapa pre-Rattle. El tiempo nos hará ver que rumbo adquiere. Lo que es cierto es que la orquesta es por sí misma un valor sólido como producto mundial».

 

Josep Pons
Director Musical del Gran Teatre del Liceu

«La elección de la Filarmónica de Berlín me parece acertadísima. Petrenko no es un director excesivamente conocido, pero en cambio es un director muy apreciado por los músicos. Hace mucho tiempo que le conozco, ya de los inicios, cuando fue nombrado director de la Komische Oper de Berlin, cuya comisión fue muy valiente al elegirle porque no tenía experiencia ni de ópera ni de nada, y fue un gran acierto.

Fueron muchos los que me hablaron insistentemente de él, de manera que lo invité cuando estaba dirigiendo la Nacional, por lo que Petrenko ha dirigido ya a la Orquesta Nacional. Aplaudo la decisión porque no era la aparante, la esperada, aunque los que estamos en el ajo sabíamos que era uno de los directores que más había gustado a los músicos de la Filarmónica y que estaba en las quinielas. Otros eran más vistosos, como el caso de Andris Nelsons, Gustavo Dudamel o Christian Thielemann, pero había otros nombres como, por ejemplo, Yannick Nézet-Séguin, otro director que gusta mucho en la Filarmónica.

Petrenko era otro de ellos, que además ha tenido muy buena entrada en Bayreuth haciendo la Tetralogía. Los músicos de la Filarmónica de Berlín marcan tendencia y ahora todos irán detrás. No han escogido a Petrenko porque haya triunfado en determinados lugares sino porque piensan que es la persona adecuada. No se dejan llevar por sus éxitos sino por la impresión que como músico, y como persona que no dedica nada de tiempo a la imagen, ha dejado en ellos».