Eso sí, no pudo ser La Flauta Mágica, en su lugar, la Novena Sinfonía de Beethoven. La ópera perdió en pro de la música sinfónica y así la batuta de Rattle dirigió con pasión a unos músicos virtuosos [1], acompañados por el Coro Titular del Teatro Real, que supo estar a la altura.
Crisis, recortes, subida de IVA y un batacazo tras otro al mundo de la cultura. Siempre más alejada de los circuitos comerciales que la industria del cine o el mundo editorial, la música (y más la clásica) sufre las consecuencias de este entorno hostil: reducción de personal en el Liceo, recortes de sueldos en el Real. la difícil situación de la Orquesta de RTVE, por poner solo algunos ejemplos.
El do de pecho
Sin embargo, a pesar de todo, ahí está Beethoven para hacernos vibrar. Un Beethoven de nivel, un Beethoven que es el do de pecho de las instituciones musicales españolas, un reclamo para tocar el corazón, su profundidad y su esencia. También para gritar al mundo y hacerle reflexionar sobre el poder de la música.
Después de la maratón del pasado 22 de junio en el Auditorio Nacional, en la que Jesús López Cobos dirigió la integral sinfónica de Beethoven [2], el concierto de ayer en el Real (que se repite este jueves y este viernes a las 20.00 h) era un nuevo momento para dejarse seducir. Prometía sobre el papel y cumplió las expectativas.
Es cierto que quizás el Real, un lugar preparado para que los músicos toquen desde el foso, no era el lugar idóneo. Sin embargo, Gerard Mortier acertó de pleno cuando pensó que si traía a la Filarmónica de Berlín sería con palabras mayores. Así, conjugar una orquesta de esa trayectoria con una obra de las dimensiones de la Novena es el golpe de efecto de final de la temporada propuesta por el belga.
Mortier: «Me sentí orgulloso»
Esta mañana el director artístico hacía algunos comentarios sobre la temporada: «No puedo hacer balance, aunque para mí ha sido una temporada redonda. Parte del público sigue ahí y otra se opone y se opone, de hecho, recibo cartas y cartas de insultos», ha afirmado.
«Creo que hemos hecho un trabajo de gran calidad y cuando escuché ayer el concierto de la Filarmónica de Berlín me sentí orgulloso. El Coro se ha convertido en uno de los mejores de Europa, aunque ha sido con mucho trabajo. También la orquesta dirigida por Sylvain Cambreling», ha añadido.
Así, Mortier ha recalcado que no busca el escándalo, que lo único a lo que tiene miedo es a que el Gobierno les quite la subvención porque «si es así no sé qué vamos a hacer. Tenemos un presupuesto de 12 millones de euros, frente a la orquesta de Berlín, que sólo ella cuenta con 14 millones. Por eso, el Gobierno debe reconocer que hemos hecho lo máximo. Debe rediseñar el jardín en vez de cortarlo. Ese es el trabajo del señor Lasalle y me gustaría que lo hiciera».
De momento, la Filarmónica de Berlín tiene dos conciertos por delante, el del 28 será retransmitido a través del Palco Digital del Teatro, de Radio Clásica y de pantallas gigantes colocadas en el exterior del Real. Otros dos conciertos más la esperan en el Auditorio Nacional (el 29 y 30 de junio) y uno más en el Palau de la Música Catalana (1 de julio).