Ahora, después de unas 5.000 horas de trabajo durante más de tres años y casi 10.000 dólares invertidos en el proyecto, el pianista polaco Slawomir Zubrzycki ha dado a conocer su propia versión del instrumento, cuya idea general consiste en unir la digitación del teclado con el sonido constante de un instrumento de cuerda
El ‘órgano viola’ no sólo es estupendo a la vista, si no que, como demostró el propio Zubrzycki en la quinta edición del Festival Internacional de Piano de Cracovia suena hermosamente bien.
El exterior está pintado en una azul oscuro adornado con remolinos de oro pintados en el lateral y el interior de la tapa es una especie de frambuesa con una cita latina en pan de oro de la monja alemana Santa Hildegarda: «Santos profetas y eruditos sumergidos en el mar de las artes, tanto humanas como divinas, soñaban con una multitud de instrumentos para deleitar el alma».
El instrumento contiene sesenta y una cuerdas de acero situadas en el interior como un piano de media cola. Cada una de ellas está conectada al teclado con teclas negras más pequeñas para las notas agudas y a diferencia de un piano no tiene martillos sino una especie de cuatro ruecas envueltas en pelo de cola de caballo, como el arco de un violín . Para activarlas, Zubrzycki golpea un pedal debajo del teclado conectado a un cigüeñal.