“Recibir este premio supone un reconocimiento y un apoyo a mi proyecto personal, me permite continuar trabajando más holgadamente y dar un paso hacia el futuro”, destaca Apodaka. Sobre Riflessi sul Ghiaccio, el ganador explica: “Esta obra es el reflejo de toda una vida de trabajo, de un proyecto que se continúa en el tiempo y que nace de la tradición infinita, de los recuerdos, de mi poesía sonora y de mi memoria”.
En la actualidad, el vitoriano estudia en el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París, ciudad en la que está construyéndose un nombre propio dentro del panorama de la clásica contemporánea y en la que ya ofrece numerosos conciertos.
Por su parte, el compositor Pablo Moras (Oviedo, 1983) logró el segundo premio ‘Carmelo Alonso Bernaola’, con 3.000 euros, por Un jardín que se aleja. El tercer galardón (1.500 euros) ‘Francisco Guerrero Marín’ recayó en Inés Badalo (Badajoz, 1989), por Estelas translúcidas. Finalmente, la mención honorífica ‘Juan Crisóstomo Arriaga’ (1.200 euros) fue para Alonso Monreal (Ciudad Real, 1985) por Greenlight.
Menos de 35 años
Todos ellos cuentan con menos de 35 años. Además, y como en cada edición, la Fundación SGAE ha editado un disco promocional que reúne las cuatro obras ganadoras del certamen, con el fin de contribuir a su posterior promoción y difusión. El jurado ha estado integrado por los compositores Alfredo Aracil, Zulema de la Cruz, Gustavo Díaz-Jerez, Oliver Rappoport y Lula Romero. Un total de 24 obras han sido presentadas a concurso en esta edición.
El Premio Jóvenes Compositores fue creado en 1987 para estimular la creación en el campo de la música clásica contemporánea entre los creadores de hasta 35 años, con el propósito de contribuir al desarrollo y conocimiento social de nuevos lenguajes, tendencias y modos de expresión musicales.
Entre los ganadores de sus veintiséis ediciones destacan nombres ya consolidados dentro del panorama de la composición actual, con carreras internacionales que demuestran la buena salud de la creación musical española: Agustín Charles, Mauricio Sotelo, José María Sánchez-Verdú, Jesús Rueda, Jesús Torres, Pilar Jurado, Gabriel Erkoreka, Ramón Humet, Juan Cruz Guevara, Jesús Navarro, Oliver Rappoport o Nuria Núñez, entre muchos otros.
El autor y su obra
Daniel Apodaka. Interesado por la pintura, la música y la poesía, y especialmente atraído por la estética y pensamiento de artistas como Niccolò Castiglioni, Jorge Oteiza, Salvatore Sciarrino, Karel Appel, Lucio Fontana, Stefano Gervasoni, Giorgio Morandi o Morton Feldman. Reside en París donde realiza estudios de Máster en el CNSMDP.
Acerca de Riflessi sul Ghiaccio. El compositor vitoriano explica: “Podría ser un diario musical, un álbum, una colección de pequeñas inspiraciones; cortos relatos en los que reflexiono sobre mi lenguaje musical y mis intereses sonoros. La sencillez, el recuerdo (¿melancólico?), la candidez, la espontaneidad o la evocación son las principales ideas que dibujan los límites poéticos de esta obra”.