Pardo es una de las figuras del jazz español con mayor proyección internacional, con un lenguaje mestizo entre el jazz de raíz y el flamenco. Su estilo con la flauta travesera y el saxo se ha convertido en modelo referencial. Comienza sus estudios musicales a la edad de 14 años en el Real Conservatorio de Madrid. Desde el principio se siente atraído por el jazz, hecho que se plasma en sus primeras actuaciones con grupos universitarios.
En el fallo del premio, el jurado ha resuelto proponer, por mayoría, la concesión del galardón al músico por “su talento como intérprete y compositor; por su capacidad para convertir el instrumento en voz poética; por establecer puentes entre la tradición hispana, sobre todo flamenca, con otras músicas del mundo, terreno en el que ha obtenido un amplio reconocimiento internacional”. El jurado ha destacado también “el magisterio e inspiración que supone para las nuevas generaciones de músicos”.
Trayectoria
Después de empezar a tocar con algunos músicos profesionales, como el pianista Jean-Luc Vallet, el baterista Peer Wyboris, Tete Montoliu, el organista Lou Bennett, Slide Hampton, el saxofonista Pony Poindexter, el contrabajista David Thomas, Pedro Iturralde y el baterista Al Levitt, entre otros, forma junto a Pedro Ruy Blas el grupo Dolores, que se convierte en seguida en una referencia en el panorama español.
Unos pocos años más tarde es introducido en el mundo profesional del flamenco de la mano de Paco de Lucía, al que acompañaría en varias de sus giras mundiales, compartiendo escenarios con las más importantes figuras del jazz internacionales y colaborando en los discos del guitarrista.
En 1982 se perfila como uno de los músicos de más talento en el campo del jazz fusión y graba en Mallorca el primer LP con su nombre, Jorge Pardo, con músicos invitados como Joan Bibiloni y Carles Benavent. En junio de 1992 se presenta en el Town Hall de Nueva York junto a Benavent y otros músicos flamencos invitados, dentro del programa del New Music Seminar.
Durante los diez años próximos grabará varios discos a su nombre: Las cigarras son quizá sordas (1991), Veloz hacia su sino (1993), 2332 (1997) y Mira (2001), en los que se aprecia una evolución en su carrera artística, además de otros como El concierto de Sevilla (1995), junto a Benavent y Tino di Geraldo (conformando un trío donde el mestizaje entre lo latino, lo flamenco y el jazz toman una dimensión propia en el panorama musical) y con la colaboración de Chano Domínguez y Díez de Paco, siendo considerado este LP como referencia del flamenco-jazz.
En 2013 lanza su más reciente disco, Huellas, que presenta en parte en un concierto el 21 de septiembre de 2013 en el Centro Cultural Gabriela Mistral, en Santiago de Chile. Pardo había recibido el 15 de enero de ese año en el Théâtre du Châtelet de París el Premio a Mejor Músico Europeo de Jazz por parte de la prestigiosa Academia Francesa de Jazz.