La electrónica con alma, de fuerte impacto emocional, que destilan sus mejores canciones sigue siendo la que era y eso es compatible con hechuras más pop, más festivas dentro de lo que cabe. En Barefoot in the park, por boca de Rosalía nos confiesa –en español– que “ya tengo todo lo que quiero / ya no puedo pedir más / cuando te tengo a mi lado / lo pasado se queda atrás”; y no hay más remedio que creerle.
Con la colaboración de André 3000, la mitad de los añorados Outkast, abre la puerta al rap sin que eso entre en colisión con su elegante y melancólico libro de estilo. Otro tanto hace con Travis Scott en otro tema. Ninguna de estas contribuciones está de más. Pero quizá donde maquinitas y repeticiones, coros y falsete, y un atinado uso del sampleo, dan mejor muestra de su enorme talento es en Can’t believe the way we flow y en la preciosa I’ll come too. Nos gustaba triste y nos gusta también ahora algo más risueño.