Si en España es poco menos que imposible encontrar sus discos más allá de alguna gloriosa recopilación, imaginen encontrar algún libro o web en nuestro idioma que permita conocer mejor su historia personal y la de sus grabaciones. De ahí la alegría inmensa que supone para sus seguidores españoles la llegada a las librerías de La apariencia (Ediciones Dialéctica), de Miguel Jurado Bautista; desde ya una hoja de ruta imprescindible para adentrarse en la obra del genio y disfrutarla aun más si cabe.
Estos días se cumplen justamente 50 años de la aparición de su primer elepé. Aquel debut largo con su nombre como único título era, en realidad, una alucinante colección de canciones que ya habían triunfado como sencillos y gozado de enorme éxito en otras voces. Se abría con Un’avventura. No es ni de lejos una de sus grandes canciones pero es especial por distintos motivos. Para empezar sedujo al volcánico Wilson Picket que nos dejó una fabulosa versión respetando el italiano en el estribillo (“Innamorato / Sempre di più”). Y con ella Battisti hizo su primera y única incursión en el entonces inevitable Festival de San Remo (novena posición). Salió al escenario con elegante fular blanco, esa prenda que tantas veces formaría parte de su uniforme sobre las tablas, para demostrar a sus compatriotas que además de fino compositor podía ser también un intérprete único.