Lo mejor, lo más llamativo, sorprendente y personal, lo más consistente y significativo de toda su obra lo hizo Paul Weller hace más de cuarenta años. No es tan frecuente, sin embargo, que un músico brillante e inspirado en su juventud, influyente y enormemente personal, haya sido capaz de mantener una carrera sólida y atractiva a lo largo de los años, dejando un legado formado por un buen puñado de discos de un nivel medio mucho más que aceptable.
El ex vocalista y guitarrista de los Jam no solo muestra músculo e inspiración con cada uno de sus discos (así sucede con el flamante –y verdaderamente espléndido– Fat Pop, que, apenas un año después de la edición del fabuloso On Sunset se publica este viernes, 14 de mayo), sino que se ha convertido en todo un icono del pop británico, gozando de la admiración y el respeto de la prensa especializada y de la escena musical en su conjunto. Un auténtico héroe local que sirve de inevitable referencia para cada generación de nuevos grupos de formato clásico.
Es decir, lo mismo que para él eran Lennon y McCartney, Ray Davies o Pete Townshend cuando, con apenas catorce años, se compró un bajo y formó el que acabaría convirtiéndose en uno de los grupos más influyentes y reconocidos de la nueva ola británica.
Los Jam nacieron en 1972, cuando los dinosaurios del rock progresivo y sinfónico dominaban el mundo, y Weller y sus colegas del instituto se dedicaban a ensayar en el local y hacer conciertos de vez en cuando en los que se limitaban a recrear clásicos del rock and roll, piezas de Chuck Berry, Eddie Cochran o Little Richard.
Al punk le quedaban todavía unos años para asomar su provocativa cresta y acabar dándole la vuelta al panorama musical y los Jam pasan el tiempo aprendiendo a tocar y consolidando su sonido.
El descubrimiento de los Who y, en particular, su icónico y formidable álbum de debut, My Generation, abre la puerta a la fascinación de Weller por el movimiento mod: su música, vibrante y enérgica, también bailable; su característica y sofisticada estética y su ética de clase trabajadora contestataria y orgullosa.
Para cuando los Jam (ya con su formación definitiva, con Weller a la guitarra y voz principal, Bruce Foxton al bajo y Rick Buckler a la batería) deciden por fin presentarse en sociedad conviven ya con los Clash, los Damned, los Sex Pistols o los Buzzcocks. Sus dos primeros discos, In The City y This Is The Modern World (editados en mayo y noviembre de 1977 respectivamente) encajan a la perfección con lo que hacen también sus coetáneos: canciones cortas, rápidas y urgentes, proclamas de desafío e insatisfacción juvenil, potente sonido de guitarras y estribillos con vocación de himno.
Impecables
Los Jam, sin embargo, no son precisamente punks estereotípicos: frente al desaliño propio de la mayor parte de las bandas de la época ellos lucen trajes impecables, corbatas estrechas y cuidados peinados a imagen y semejanza de los mods de mediados de los sesenta. Además tenían la osadía de rendir tributo a algunos de sus héroes incluyendo versiones del pionero del rock and roll Larry Williams o del legendario soulman Wilson Picket, opciones no muy del gusto iconoclasta y desmitificador de la parroquia del imperdible.
Ambos álbumes tienen una aceptación razonable entre la crítica y logran honrosas posiciones en las listas de éxitos (número 20 y 22 respectivamente), pero no dejan de ser dos buenos discos más en el aluvión de excitante nueva música que se publica en el Reino Unido casi cada semana. Su siguiente entrega, sin embargo, es harina de otro costal. All Mod Cons, la obra maestra de los Jam, confirma por fin el potencial de Weller como compositor de primerísima línea, con un abanico de influencias mucho más amplio y, sobre todo, con una sobresaliente personalidad. Un disco mucho más abierto, ecléctico y variado que sus predecesores y, sobre todo, una colección de canciones mayúsculas, resultado de un frenético trabajo de Weller bajo una fuerte presión, ya que el productor del álbum, Chris Parry, había descartado el material inicialmente entregado por la banda.
Mucho más allá del pop acelerado y más o menos rudimentario impulsado por guitarras enérgicas de sus primeros discos, Paul Weller se ponía en fila detrás de los Beatles, los Who y, sobre todo, los Kinks para escribir con maestría una batería de canciones formidables registradas en el estudio con un sonido no precisamente extravagante pero sí fresco, directo y rotundamente contemporáneo.
En adelante, la carrera del trío es la de una banda en plenitud, sobrada de confianza, con un líder siempre inspirado y con una respuesta popular más que notable, frecuentando la parte alta de las listas de éxitos (cuatro de sus singles fueron número uno, lo mismo que su último álbum, The Gift).
Los Jam, además, se separaron de forma ejemplar, justo en el momento en que parecía que ya habían dado todo lo que podían dar. El grupo se despidió con una gira por el Reino Unido que incluía cinco fechas seguidas en el Wembley Arena (12.500 personas por noche) y se cerraba el 11 de diciembre de 1982 en Brighton, ciudad clave para el movimiento mod.
Las influencias de la música negra, que habían aparecido desde el comienzo y eran particularmente notables en The Gift, marcarán decisivamente el rumbo de la nueva aventura de Paul Weller, The Style Council, grupo que forma a primeros de 1983 junto al teclista Mick Talbot, que había sido miembro de los Dexy´s Midnight Runners y, sobre todo, de otra de las bandas más características del revival mod, The Merton Parkas.
Con un sonido mucho más sofisticado y, desafortunadamente, a veces demasiado afectado por las novedades propias del momento (sintetizadores, cajas de ritmo y otras veleidades), Weller sigue escribiendo grandes canciones, claramente orientadas ahora hacia el soul, el funk, el rhythm and blues y el jazz, manteniendo también una fuerte carga ideológica y social en sus letras.
Los espléndidos primeros singles del grupo (Speak Like a Child, Solid Bond in Your Heart o My Ever Changing Moods) mantienen un sólido respaldo popular, y su primer álbum, Café Bleu, sube hasta el número dos en las listas, cota que superaría su siguiente entrega, Our Favourite Shop, alcanzando el número uno.
Los últimos discos de The Style Council, sin embargo, son más dubitativos, dispersos y, finalmente, menos inspirados y la banda acaba separándose en 1989, varios años más tarde, como reconoce el propio Weller, de lo que deberían haber hecho.
1992, en solitario
Salvando algún que otro tropiezo solamente leve, la carrera en solitario de Weller, que comenzaba en 1992, es ciertamente admirable, siendo uno de los artistas más prolíficos, constantes, eclécticos y atinados de la escena británica. Conocido como “The Modfather” (algo así como “el padrino de los mods”), la nueva generación de bandas que surgió en los primeros años noventa (agrupadas por la prensa especializada bajo la etiqueta de Brit Pop) lo convirtió en su referente, constituyendo una influencia más que evidente para Blur, Ocean Colour Scene, Pulp u Oasis, con algunos de cuyos miembros colaboraría con frecuencia.
A lo largo de toda su carrera Weller ha seguido rindiendo homenaje a sus héroes musicales juveniles (los pioneros del rock and roll y el rhythm and blues, el pop de los sesenta, los grupos y artistas de la Motown…), pero con cada uno de sus discos se ha esforzado en salirse de lo previsible, escapar de los clichés y las fórmulas contrastadas y avanzar hacia territorios poco explorados en los que casi siempre se ha acabado moviendo con soltura y tino: pop acústico, folk, electrónica, psicodelia y hasta krautrock.
Auténtico adicto al trabajo (desde que se lanzó el In the City de los Jam ha publicado 27 álbumes de estudio), ha aprovechado los meses de confinamiento para grabar Fat Pop (Vol 1), otra nueva colección de estupendas canciones que vienen a confirmar la vigencia, el talento y la capacidad de supervivencia de un músico único, un talento que muta para no quedarse nunca rezagado u obsoleto.
The Jam. Sounds Fron The Street
The Jam. London Girl
The Jam. To Be Someone
The Jam. Thick As Thieves
The Jam. Going Underground
The Jam. Boy About Town
The Jam. Happy Together
The Style Council. Speak Like a Child
The Style Council. My Ever Changing Moods
The Style Council. Walls Come Tumbling Down!
The Style Council. It Didn´t Matter
The Style Council. Fairy Tales
Paul Weller. Sunflower
Paul Weller. Wild Wood
Paul Weller. The Changingman
Paul Weller. Peacock Suit
Paul Weller. It´s Written in the Stars
Paul Weller. This Old Town
Paul Weller. Have You Made Up Your Mind?
Paul Weller. No Tears To Cry
Paul Weller. The Attic
Paul Weller. I’m Where I Should Be
Paul Weller. Long Long Road
Paul Weller. The Soul Searchers
Paul Weller. Village
Paul Weller. Cosmic Fringes
Paul Weller. Shades Of Blue