El único elemento esperanzador en el informe de la Asociación de Productores de Música de España (Promusicae) -dentro de la muy prolongada contracción que padece el sector desde la llegada del nuevo siglo- lo constituye la sensible mejoría que está experimentando la modalidad de pago por streaming.
La inversión de los españoles en estos servicios premium que ofrecen plataformas como Spotify, Deezer o Xbox Music ha evolucionado de 8,7 millones de euros en el semestre inaugural de 2012 a 10,4 millones en idéntico margen de 2013, lo que representa una mejoría de 18,5 puntos porcentuales.
Precisamente, Promusicae acaba de presentar una lista semanal que establece la clasificación de las cien canciones más escuchadas en streaming entre los internautas españoles.
¿Adiós a los discos físicos?
Los españoles invirtieron a lo largo de los seis primeros meses del año un total de 55,9 millones de euros en música grabada, ya fuera en soporte físico o digital, una cifra que representa un descenso del 12,4% si la comparamos con la de idéntico periodo de 2012 (63,7 millones). 2013 se confirma así como otro año malo en el negocio musical español. En 2001, el consumo en música grabada sextuplicaba los niveles actuales.
En general, la evolución del mercado digital es más favorable que la del físico. La preferencia del consumidor es positiva en sus diferentes modalidades de streaming, suben las suscripciones y los modelos financiados por publicidad, sin embargo se produce una significativa reducción de las descargas (online y móvil), que caen un 7,5%, y de la compra de música para personalizar teléfonos móviles (tonos y ringbacktones), un 33,7%.
Desplome absoluto
En términos globales, las compras digitales pasaron en esta primera mitad de año de 24,4 a 25,7 millones de euros, lo que equivale a un incremento del 5,3%. Pero estas cifras se ven ensombrecidas por el desplome absoluto de los formatos físicos: si en el primer semestre de 2012 los españoles gastaron 39,3 millones en la compra de cedés (o vinilos) originales, esta cifra ya de por sí exigua se contrae hasta solo 30,1 millones en el caso de 2013.
El retroceso en términos comparativos es del 23,3%. Así las cosas, los formatos digitales van aproximándose a los físicos en lo que a cuota de mercado se refiere.
En estos momentos, el 46% del dinero que los españoles invierten en música grabada corresponde a las modalidades digitales, frente al 54% de los soportes tangibles. En estas mismas fechas de 2012, la diferencia entre ambos territorios era sustancialmente mayor: un 62% de cuota para los formatos físicos frente a un 38% de los digitales.
Año catastrófico
Antonio Guisasola, presidente de Promusicae, ha señalado que las cifras ahora conocidas son “manifiestamente malas” y “agravan la situación precaria de un sector que convive con la crisis desde hace 12 años, lastrado por la piratería, un IVA del 21%, la pasividad de los poderes públicos y, ahora, la mala situación económica general”.
Guisasola ha admitido que la positiva evolución del streaming de pago “constituye la única luz de esperanza dentro de un panorama muy negro”, y ha agregado: “La pluralidad de las ofertas digitales demuestra que esta industria se reinventa y diversifica de manera constante. Mientras tanto, el Gobierno hace dejación de funciones y sigue sin reaccionar frente al hecho de que España lidere todas las clasificaciones de piratería en el mundo occidental. No se aporta ninguna solución ni se protegen las iniciativas que surgen para comercializar nuestros productos en la Red. De seguir esta tendencia y no poner remedio, 2013 acabará siendo un año catastrófico para la industria de la música y para la cultura en general”.