Esta subida es enteramente imputable al streaming, la escucha de música en línea sin necesidad de descargar los archivos, que ha crecido en casi un 40% tanto en su modalidad de suscripción como en la gratuita con inclusión de publicidad.
A la vista de los resultados al alza publicados por otros países europeos durante el mismo periodo, España presenta una tendencia de mercado similar; no obstante la recuperación en nuestro país es todavía muy contenida, suponiendo un volumen similar al de 2011. Quedan lejos las cifras alcanzadas por el sector en años anteriores: desde el año 2001 la venta en música grabada llegó a desplomarse en más del 80%.
Castigo durísimo
El streaming se confirma como tabla de salvación para un sector que continúa sufriendo, entre la crisis global y el expolio de la piratería, un castigo durísimo desde el comienzo del siglo XXI. 2014 fue el primer año con un balance positivo tras 12 temporadas consecutivas en que el saldo se escribía con números rojos, y ahora esa tendencia se afianza entre enero y junio de 2015 con un repunte cercano al 11%.
El auge de los servicios de música online a través de plataformas como Spotify, Deezer, Napster, YouTube o Vevo permite además que, por vez primera en la historia, la industria discográfica española genere más ingresos por el cauce digital que a través de los soportes físicos: 53,9% frente al 46,1% del total.
En realidad, el streaming es la única modalidad de consumo que da el estirón durante este primera parte de 2015, mientras que todas las demás se encogen ligeramente. La venta de soportes físicos, por ejemplo, se desinfla en 4,9 puntos porcentuales al pasar de 33,2 a 31,6 millones de euros. Los ingresos generados por el streaming ya pisan los talones a las ventas de CD y vinilos: en este primer semestre supusieron 30,6 millones de euros, una cifra un 39,8% superior a la acreditada en idéntico periodo de 2014 (21,9 millones).
Caída del resto
Las demás modalidades de consumo digital también sufren, al igual que el mercado físico, ligeros retrocesos. Las descargas de canciones y álbumes completos a través de Internet y dispositivos portátiles (en plataformas como iTunes) pasan de 7 a 6,8 millones de euros: un 3,7% menos. Y los productos específicos para teléfonos móviles, desde los tonos a los tonos de espera en la llamada (ringbacktones), pierden cada vez más presencia y ya solo generaron 670.000 euros, casi un 9% menos que en 2014.
En resumen, todas las modalidades se contraen, pero la pujanza del streaming permite al sector fonográfico español contemplar el ejercicio con cierta esperanza de cara al segundo y decisivo semestre. De cómo se comporten las ventas durante la campaña de navidad y del resultado de iniciativas como Los Viernes Tu Nueva Música, implantada desde el 10 de julio, o el nuevo servicio Apple Music dependerán a partir de ahora los resultados finales a 31 de diciembre.