«En el terreno artístico lo realmente importante es la búsqueda, la investigación, el proceso, la implantación de esos procesos y ya no tanto el resultado. ¿Queremos crear marcas homogéneas y vacías o queremos generar ideas, libertad y contenido?». Con estas palabras, Feijóo expone el nuevo modelo artístico que tendrán las naves 10, 11 y 12 de Matadero Madrid.
Frente a frente están los que defienden un modelo que ha funcionado y que ha situado las Naves del Español en un lugar de privilegio, y los que apuestan por uno nuevo en el que se prestará especial atención a los lenguajes escénicos contemporáneos y a los territorios de transversalidad, para que funcione como catalizador entre creadores y ciudadanos. «Desde mi punto de vista hay que hacer una valoración y un análisis diferente del que se ha venido haciendo hasta la fecha», explica Feijóo.
El primer paso para convertirse en un centro especializado en contemporáneo fue desvincularse del Teatro Español, y al igual que éste, en segundo lugar se ha buscado una nueva forma de financiación para evitar que los espectáculos dependan solo y directamente de la taquilla.
Financiación
En este sentido, Celia Mayer, delegada de Cultura y Deportes, ha destacado esta apuesta por proteger a los artistas y compañías como «un hecho especialmente relevante en las artes escénicas, evitando poner en riesgo numerosos proyectos artísticos».
En total se ha destinado un presupuesto de 1.200.000 euros, aportado por Madrid Destino, que servirá para que las artes escénicas conecten con las artes visuales, la literatura, la filosofía, el cine, la música y las actividades transmedia en un programa interdisciplinar.
Este programa se articula en tres recorridos. El primero es interdisciplinar, en el que «el individuo y la investigación serán los protagonistas», informa Feijóo. En segundo recorrido es el de producción-coproducción, y en él se dará «visibilidad a artistas que no tienen apoyo»; y, por último, el de la exhibición de la escena contemporánea.
En esta nueva apuesta otro de los grandes damnificados es el Frinje, Festival de Artes Escénicas de Madrid, ya que «no es necesario que haya un hueco off en la programación. Tal y como existía no concuerda con el proyecto», explican desde el Área de Cultura del ayuntamiento, aunque sí han dejado una puerta abierta para repensarlo y que pueda estar presente en la programación madrileña de 2018 al margen de las Naves de Matadero.
Igualdad y diversidad
La programación se inaugura el 10 de marzo con un taller para bailarines Inner Suspension que impartirá Susanne Linke, figura clave para entender la historia de la danza, compañera de Pina Bausch y superviviente de una generación irrepetible. Alrededor del taller girarán actividades como el estreno mundial de su documental Im Bade wannen (11 de marzo) y una conversación abierta con el coreógrafo Rui Horta.
Algunas de las obras destacadas de la temporada llegarán de la mano de Trevor Carlson, pupilo del gran coreógrafo Merce Cunningham, que mostrará en mayo la pieza Not a Moment too Soon e impartirá el taller DanceForms; o de Manuel Fernández-Valdés, director de Angélica (una tragedia) (24 al 26 de marzo), una película sobre la dramaturga, directora y actriz Angélica Liddel y de Neverland (24 de marzo al 30 de abril), una videoinstalación que adapta la obra Todo el cielo sobre la tierra. El síndrome de Wendy, de Liddell.
En la nueva propuesta también hay un hueco para la compañía italiana Motus, que llega a Madrid con MDLSX (del 2 al 4 de junio), una pieza en la que la actriz Silvia Calderoni cuestiona las barreras entre género.
Por otro lado, Milo Rau, considerado por muchos críticos como uno de los dramaturgos internacionales más controvertidos y necesarios por analizar la realidad del mundo sobre el escenario, traerá en julio su obra infantil y arriesgada Five Easy Pieces, en el que se muestra, según ellos, «lo que la gente no quiere ver de los niños». El compositor y artista inglés Ray Lee presentará Siren (del 18 de marzo al 23 de abril), una instalación cinética automática.
Los madrileños también podrán disfrutar de la compañía francesa Divergences y de su obra coreográfica Gameboy (20 y 29 de junio), que ofrece al espectador la oportunidad de preguntarse qué piensa sobre la masculinidad.
La música tendrá un papel destacado en esta nueva etapa con los conciertos de Khaled (26 de mayo), Chris Garneau (5 y 6 de mayo) y Brigde Markland (9 de junio); y en la cafetería tendrán lugar sesiones de DJ como Agnès Pe (16 de junio), ¥€$Si (23 de junio). El cine tendrá su representación con FiveFilms4Freedom, una muestra de cortometrajes creada por el British Council para promover la igualdad y la diversidad. Los cinco títulos elegidos, Breathe, The Orchid, Take your Partners, Xavier y Chance se proyectarán del 19 al 23 de junio. Finalmente, Feijóo ha reservado un lugar a las artes visuales con la exposición fotográfica 30 años de la historia del teatro-danza en Alemania (del 7 de marzo al 30 de abril), que se sitúa en el vestíbulo de la Nave 10, «un espacio que estaba infravalorado». Mientras tanto, el vestíbulo de la Nave 11 estará intervenido por el ilustrador Aitor Saraiba con un mural inspirado en los sueños de los niños de Arganzuela usuarios del CEPI (Centro de Participación e integración de Inmigrantes), CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) y Cruz Roja. La instalación se completa con el paisaje sonoro creado por el músico Dr. Kurogo.Arte y música