Lo cierto es que, después de las dos entrevistas que Gerard Mortier concedió al diario El País con apenas dos semanas de diferencia (una publicada el día 3 de septiembre [1]y otra hoy mismo [2]), el rápido nombramiento del nuevo director, [3] Joan Matabosch, con sustitución inmediata del belga y baile de nombres incluidos (que si Pedro Halffter sí, que si Pedro Halffter no), cada vez hay más preguntas sin respuesta en torno a la polémica, que por el momento no parece zanjarse.
Candidatos y sustitución
Recapitulemos. Hace tres meses, la Junta Directiva, el Órgano de Gobierno del Real, abría el proceso de selección para sustituir a Mortier en 2016, año en el que finalizaba su contrato, y así se le comunicaba al belga. Él, por su parte, presentó a seis candidatos internacionales, todos descartados por la institución, que prefería un español para el puesto.
Este verano, a Mortier se le detectaba un cáncer cuyo tratamiento le mantendría alejado del Teatro y de España hasta el mes de noviembre. El propio director artístico lo contaba en la entrevista publicada el 3 de septiembre, en la que aprovechaba para afirmar que si el proceso de selección no era abierto, él dejaría el cargo. No ha hecho falta. El desencuentro entre director y Real desembocó ayer en su reemplazo por Joan Matabosch.
«No estoy muerto aún, aunque a alguno le gustaría”
Esta mañana, en una nueva entrevista en el mismo diario, Mortier ponía a la prensa especializada en jaque, que tras la rueda de prensa rutinaria celebrada hoy para presentar la primera obra de la temporada, se amotinaba y exigía más información. Normal, después de leer los ‘hachazos’ de Mortier: «Nadie me ha llamado durante estos cuatro días. No me han informado de que el sucesor estaba elegido. Sabían que hoy tenía una sesión de quimioterapia. Es una situación jurídica complicada. Ahora tienen dos directores artísticos. Pero no estoy muerto aún, aunque a alguno le gustaría» o «he hablado los artistas y muchos anularán sus actuaciones: Hengelbrock, Currentzis, Cambreling, Bychkov, Sellars, Muti, Hänchen, Wilson… Me preocupa también que se desintegre el coro. Y eso es lo que me hace sufrir más. Es un trabajo enorme de tres años que se destruirá en uno», afirmaba.
Como contestación a estas palabras, Ignacio García-Belenguer decía a los medios que el Real sólo tiene un director artístico ahora mismo y éste es Joan Matabosch. Eso sí, no dejaba claro cómo solucionaría la institución el ‘tema Mortier’, si tendrían que indemnizarle por incumplimiento de contrato o algo parecido. El director se limitaba a decir que llegarían a un acuerdo. Si es monetario, la pregunta es si, con los tiempos que corren, la institución puede permitirse semejante hazaña, cuando además en repetidas ocasiones ha recalcado el buen trabajo del hasta ahora director artístico. La segunda pregunta es evidente: si están tan contentos con él, ¿por qué no esperar a 2016?
Más preguntas en el aire
Para colmo, la prensa le preguntaba también sobre la situación a Emilio Sagi, director de escena de El barbero de Sevilla y director artístico del Real de noviembre de 2001 a agosto de 2005, quien ha contestado: «Merecemos un relevo más agradable. En esta casa se cambia a la gente de forma muy rara siempre». Menos mal que no quería hablar…
El sueldo de Joan Matabosch en el Real será el mismo que cobraba en el Liceo, una cantidad menor que la que percibía hasta ahora Gerard Mortier, según ha confirmado González-Belenguer esta mañana ante las preguntas de la prensa. Sin embargo, no ha precisado la cantidad, afirmando que «se trata de una relación privada».
«Lassalle no viene nunca a la ópera»
Quizás convenga recordar que Mortier no se ha caracterizado durante estos años por su discrección. De hecho ha dicho siempre en voz alta lo que pensaba del Ministerio, y hoy lo ha hecho una vez más en El País: «Lassalle no viene nunca a la ópera. En los dos años que lleva en el cargo (secretario de Estado de Cultura), ha venido una o dos veces al Patronato. Ya se lo dije: “No creo que se pueda dirigir un departamento así sin conocer las instituciones culturales». «¿Recio? Es un advenedizo. Siempre muy bien vestido, puede que sepa algo de pintura… pero no tiene ni idea de música. Él necesita cortesanos, y yo nunca he sido así. Es gente sin clase o nivel intelectual».
En la misma entrevista ha añadido que «desde Cultura quieren restaurar desde hace mucho tiempo la ópera siguiendo la vieja idea de Esperanza Aguirre. Se han aprovechado de mi enfermedad para acelerar el proceso. No era necesario hacerlo en este mes. Creo que diciembre era suficiente, con dos años de antelación. Pero ha sido para mostrarme que no me quieren aquí».