La ceremonia de estos galardones dedicados al tenor, director general y presidente honorífico de ambas instituciones, respectivamente, fue precedida por la última función de Thaïs, y puso el broche de oro de la temporada 2013/2014 en Los Ángeles, que se despide hasta el próximo otoño.
El ganador ha sido el compositor haitiano Lee Holdridge, que mantiene desde hace tiempo una estrecha relación con la compañía. Fue aquí donde estrenó el año pasado su ópera Dulce Rosa y donde ha actuado en obras como The prospector, The magic dream, Journey to Córdoba y Tanis in America, producidas por LA Opera en colaboración con Richard Sparks.
Domingo le entregó el premio a Holdridge y se mostró muy satisfecho con el desarrollo de la temporada, que ha traído al escenario del Dorothy Chandler Pavillion piezas como Carmen, La flauta mágica o Un tranvía llamado deseo. Y, por supuesto, Thaïs, donde el maestro manifiesta por primera vez su excelente calidad como barítono interpretando a un personaje lleno de fuerza y matices como es Anathael, juanto a la soprano Nino Machaidze, magnífica en el papel de Thaïs.
Thaïs
Escrita por el francés Jules Massenet en este mismo idioma y dirigida por la joven directora Nicola Raab, Thaïs ha sido recientemente trasladada de la Ópera Nacional de Finlandia y de la de Gotemburgo a Los Ángeles. Diseñada por Johanson Engels, que nos lleva como en una especie de ensoñación por escenarios enormemente atractivos y visuales, Thaïs ofrece una gran experiencia musical y estética.
Dividida en tres actos, nos relata el intento de Anathael, líder espiritual de una orden religiosa, de salvar a la ciudad de Alexandría, que está siendo destruida por los pecados de Thaïs, una joven y erótica cortesana que guiada por él tendrá que abandonar la lujuria y el deseo para lograr su redención. Aunque sus propósitos no basten para resistir la seducción del arte…
La escenografía y el vestuario de Engels nos sumergen en dos espacios opuestos: uno, sugerente y ostentoso, de colores intensos, que representan la pasión y el erotismo, y otro, dominado por el blanco y la por la austeridad, que expresan pureza y santidad; como una enigmática tensión entre el suntuoso París de principios del siglo XX y el Egipto de la era bizantina.
En el dueto Méditation, escrito para harpa y violín, las voces de Domingo y Machaidze se complementan a la perfección alcanzando un momento realmente sublime.
Domingo y Los Ángeles
Domingo lleva más de treinta años trabajando para la ópera de Los Ángeles. En 2003 fue nombrado director general de LA Opera, y en 2006, en honor a la donación de seis millones de dólares de Eli y Edythe L. Broad, el tenor pasó a convertirse en director general Eli y Edythe Broad.
En todo este tiempo, el maestro ha cantado en más de 130 óperas y ha dirigido más de 70 espectáculos y conciertos en la compañía. Domingo ha sido una figura clave para el impulso y la revitalización de la institución y gracias a su apoyo y liderazgo, LA Opera se ha convertido en la cuarta compañía de ópera en Estados Unidos, además de impulsar la formación de jóvenes artistas a través de sus programas comunitarios.
El tenor volverá a deleitar a su público en la próxima temporada 2014/2015 con La Traviata, protagonizada de nuevo por él y por la soprano Machaidz. También actuará en el Mundial de Fútbol, como lleva haciendo desde 1974, dos días antes de la gran final. La nitidez y la versatilidad de la voz del tenor, ahora, a sus 73 años, convertido en barítono, resulta fascinante, como lo es la energía que desprende en el escenario.
Hispanos por LA Opera
Hispanics for LA Opera, de la que el tenor español es, junto a su esposa Marta, presidente honorífico, también ha tenido que ver en el crecimiento y la consolidación de la institución. Esta organización sin ánimo de lucro fue fundada en 1992 por Alicia García Clark y Edward E. Clark a petición del que fuera director general de la compañía, Peter Hemmings, con el objetivo de acercar y fomentar la ópera entre la emergente comunidad hispana de Los Ángeles.
Domingo, entonces director artístico de LA Opera, les brindó desde el principio un apoyo incondicional. A través de programas sociales y educativos, Hispanos por LA Opera ha logrado aumentar hasta un 14% la asistencia a la ópera entre la comunidad hispana, que hace veinte años tan sólo suponía un 1%. Entre sus programas se encuentra The Zarzuela Poject, que junto con el Conservatorio Mariachi se encarga de producir e impulsar la ópera española entre el público hispano.