Con su muerte, el Liceu pierde al artífice que contribuyó, en un momento de cambio en la gestión del Teatro, a situar al Liceu en el lugar que le correspondía.
Lluís Andreu contribuyó a la contratación de grandes voces como Luciano Pavarotti, Alfredo Kraus, Plácido Domingo, Mirella Freni, Montserrat Caballé y Josep Carreras, entre otros. Asimismo, potenció al Coro y a la Orquesta Sinfónica con la llegada de Uwe Mund, Romano Gandolfi y Vittorio Sicuri.
Andreu abandonó su puesto en el Liceu para asumir la gestión artística en 1991 del Teatro de la Maestranza de Sevilla. Ha sido una de les figuras destacadas de la historia artística del teatro y en su profesionalización y ejemplar mejora.