Giuseppe Adami y Renato Simoni escribieron el libreto con la fuente del fantástico cuento (Turandotte) escrito por el veneciano Carlo Gozzi, cuyos relatos han supuesto la base de otros libretos de conocidas óperas. El estreno de la ópera se produjo en el Teatro alla Scala el 25 de abril de 1926, dos años después de la muerte de Puccini, cantando en aquella ocasión Miguel Fleta, María Zamboni y Rosa Raisa en los papeles de Calaf, Liu y Turandot, respectivamente, dirigidos todos ellos por Arturo Toscanini, quien al finalizar el coro tras la muerte de Liu en el acto III, bajó la batuta y se dirigió al público para explicar que en ese punto finalizaba la ópera porque en ese momento de la composición el maestro había fallecido. Sin embargo, en posteriores representaciones se pudo escuchar el final preparado por el maestro Alfano.
273 del Met
La representación del día que comentamos era la número 273 del Metropolitan Opera House de Nueva York (Met), desde que en el mismo año de la premiere en Milán se representara por primera vez en la Opera House de NYC, dirigida en aquella ocasión por Tulio Serafin y cantada por Maria Jeritza y Giacomo Lauri-Volpi.
La producción es de Franco Zeffirelli y fue estrenada en el año 1987 con Plácido Domingo y Eva Marton dirigidos por el gran James Levine. Producción monumental, espectacular, de carácter hollywoodiense, y que por su sentido tradicional y teatralidad, unidos a una ambientación y diseño del vestuario que parece transportarnos al mundo de los sueños oriental, produce, como siempre que se representa una producción de Zeffirelli en el Met, los consiguientes aplausos cada vez que se levanta el telón y se observan los decorados de los diferentes escenarios.
La grandiosidad de los escenarios, el número de componentes del coro y de figurantes es tal que en algunos momentos dejan pasillos muy estrechos para el movimiento escénico. Se completa la puesta en escena con colores brillantes y eficiente iluminación.
En la parte musical, nada nuevo para los que asistieran a alguna de las representaciones del pasado mes de julio en el Liceu. Marcello Giordani (Calaf), magnífico de voz, sobrado de volumen y con un fraseo magistral, tuvo una noche triunfal, lo que no es extremadamente difícil para un buen cantante en el Met, a pesar de que cantar el Nessun dorma siempre es exponerse a las comparaciones con algún tenor desaparecido y afincado en NYC. Ovación enorme con peticiones de bis en la famosa aria.
Maria Guleghina (Turandot) estuvo impecable en el aspecto dramático, muy centrada en la interpretación escénica y presentando un adecuado color de la voz, con algunos lunares en alguna emisión de los agudos, presentando en conjunto una mayor adaptación al papel que en Barcelona, lo que trajo unas clamorosas ovaciones al finalizar el espectáculo que la diva agradeció permaneciendo en el escenario por largo tiempo.
Marina Poplavskaia (Liu) estuvo correcta en un papel que suele ser casi siempre agradecido aunque con una dicción que hacía difícil reconocer por momentos la lengua italiana. En su CV del programa destaca que cantó Donna Anna en Valencia. Aquí el público le obsequió con dos grandes ovaciones en sus intervenciones. Desmesurado, pero será interesante ver su evolución en otros papeles.
Samuel Ramey (Timur) celebra todo este año sus 25 años de carrera, y evidencia con su temblorosa voz que su gloria ya pasó, aunque para muchos, entre los que me incluyo, el recuerdo de sus pasadas actuaciones tenga su importancia a la hora de la valoración.
Charles Anthony (emperador Altoum), que tiene el récord de representaciones en el Met (mas de 2.900) y presente en todas las temporadas desde 1954, Joshua Hopkins (Ping), Tony Stevenson (Pang) y Eduardo Valdés (Pong), completaban con solvencia el cast de la representación.
Todos ellos, coro (no tuvo un gran día) y orquesta (corrección sin brillo) dirigidos por Andris Nelsons, quien como Carignani el día anterior se acopló a la grandiosidad de la producción haciendo efectista el volumen en ciertos momentos .
Nueva York. Turandot. Metropolitan Opera House de Nueva York.
2 de noviembre de 2009.