La temporada comenzará en septiembre con la aclamada producción de Emilio Sagi de La nocce di Figaro, de Wolfgang Amadeus Mozart, y contará con el propio Ivor Bolton en el foso. En octubre llegará La fille du régiment de Gaetano Donizetti. Con una voluntad popular, diálogos hablados y música accesible, en ella destacan tres elementos: la amable intriga amorosa, la leve crítica social y el final feliz. Estará dirigida escénicamente por Laurent Pelly, que debuta en el Real, y musicalmente, por Bruno Campanella. El reparto es una de sus grandes bazas, entre las que se encuentran la soprano Natalie Dessay en el papel de Marie y la actriz española Carmen Maura en el de duquesa de Krakenthorp.
La siguiente producción será Death in Venice o Muerte en Venecia, la última ópera de Benjamin Britten, que coproduce el coliseo madrileño con el Teatre del Liceu de Barcelona. Con Willy Decker encargado de la escena y Alejo Pérez, de la música, es la primera vez que se representa en el escenario del Real. «Lo esencial no es lo que pasa en Venecia, si no lo que pasa por la mente del protagonista. La presencia de la muerte más que anunciarse busca encarar al protagonista con lo que hay de verdad en su vida», apunta Matabosch.
La producción contará, además, con un sinfín de actividades paralelas, encabezadas por una exposición en la Biblioteca Nacional bajo el nombre Mariano Fortuny Madrazo: otra muerte en Venecia, por González-Ruano y con ilustraciones del propio artista.
A la ópera inspirada en la novela de Thomas Mann le seguirá Roméo et Juliette, de Charles Gounod en versión concierto, y Hänsel und Gretel, de Engelbert Humperdinck. La segunda, concebida como un cuento para adultos, es un ópera muy poco conocida en España por lo que el director artístico ha calificado su programación para 2015 como «todo un acontecimiento». Contará con la dirección muiscal de Paul Daniel y con la escénica de Joan Font. Agatha Ruiz de la Prada será la escenógrafa y figurinista, y el tenor José Manuel Zapata interpretará a la bruja.
Dos estrenos absolutos
En febrero de 2015 llegará el primero de los dos estrenos absolutos, El Público. Mauricio Sotelo es el encargado de poner música a la obra de teatro de nombre homónimo de Federico García Lorca con libreto de Andrés Ibáñez. Al frente del Klangforum de Viena estará Pablo Heras-Casado, uno de los directores españoles más reconocidos del momento, mientras que el encargado de la escena será Robert Castro. La adaptación prioriza el conflicto de la identidad que hay detrás del juego de máscaras sobre el que está construida la obra.
La Traviata, la gran obra de Verdi, que en su día levantó tantísimas ampollas, regresa al Teatro Real en una coproducción con el Liceu, la Welsh National Opera y la Scottish Opera. Contará con la dirección escénica de David McVicar, con la musical de Renato Palumbo y con grandes cantantes como Patrizia Ciofi, Irina Lungu, Ermonela Jaho, Juan Jesús Rodríguez o Leo Nucci. Para la producción, McVicar creará una escena conceptual con vestuario de época, por lo que «no será tradicional pero tampoco habrá transgresión».
En mayo llegará Fidelio, de Ludwing van Beethoven, con dirección musical de Hartmut Haenchen y escénica de Alex Ollé, de La Fura dels Baus. Y en junio, uno de los grandes momentos de toda la temporada, la doble programación de dos óperas cortas, Goyescas, de Enrique Granados, y Gianni Schicchi, de Puccini.
La primera se representa por primera vez en el Real a unos meses de cumplirse en centenario de su estreno y también el de la muerte de su compositor. La producción contará con la dirección escénica de José Luis Gómez y con el pintor Eduardo Arroyo como escenógrafo. Plácido Domingo se encargará de la dirección musical para subirse a cantar después, en Gianni Schicchi, que contará con la dirección escénica de Woody Allen.
Cerrará la programación operística de la temporada La ciudad de las mentiras, de Elena Mendoza, el segundo estreno absoluto, que se sumerge en la Santa María de los cuentos del uruguayo Juan Carlos Onetti.
La programación se completa con tres compañías de danza, el Ballet de Hamburgo con su versión coreográfica de Muerte en Venecia; el Nederlands Dans Theater, con dos coreografías de Sol León y Paul Lightfoot, y el Ballet de Víctor Ullate, que subirá a escena El amor brujo, de Manuel de Falla, con Estrella Morente como solista y Josep Pons como director musical.
Líneas principales
Para el nuevo director artístico del Teatro Real, toda la temporada se mueve dentro de dos líneas de acción bien definidas. La primera de ellas se basa en la integración de la ópera en el tejido cultural, de manera que «ésta deje de ser una afición para ser un hábito dentro de la forma de actuar de una persona culta. La ópera debe estar dentro de sus intereses igual que leer o ver una película». Para ello, el Teatro va a introducir una serie de actividades paralelas en colaboración con la Biblioteca Nacional de España, el Museo del Prado, el Círculo de Bellas Artes, la Fundación Juan March, el Instituto Cervantes, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Fundación Federico García Lorca, la Residencia de Estudiantes o el Museo Nacional de Romanticismo.
La segunda sería la apuesta por la integración del Teatro Real en el circuito de grandes coproductores mundiales y para ello la institución contará con acuerdos de coproducción para las próximas temporadas con la Opéra de Paris, la Royal Opera House de Londres, la Nederlandse Opera de Ámsterdam y el Théâtre de La Monnaie de Bruselas, que garantizarán que las producciones del Teatro Real tengan una proyección más allá de su escenario.