La colonia permitió un nuevo inicio para unas 500 familias de granjeros empobrecidos del Estado de Arkansas, entre ellos la familia de Cash. Ahora, la casa ha sido redecorada con la intención de que tenga el mismo aspecto que cuando el músico vivió allí gracias al dinero recaudado con un festival que se realiza cada año en su nombre y gracias a diferentes donaciones privadas.
Su madre, Carrie, tenía un piano que hoy forma parte de las principales piezas del museo. De su padre, Ray, hay un cuenco para afeitarse y los pisos del cuarto de los niños son los originales.
Cash se convirtió en uno de los músicos estadounidenses más influyentes del siglo XX con sus canciones de rock, blues, folk y gospel. Murió en 2003 a los 71 años, apenas cuatro meses después que su amada esposa June. Durante sus cinco décadas como músico, Cash no fue sólo uno de los artistas más prolíficos, sino que también fue un arquetipo de la música americana, el ‘hombre de negro’ (como solían llamarle) que cruzó la frontera hacia la cultura pop y nunca se vendió.