Las modificaciones que incorpora este decreto –que sustituye a la normativa anterior de marzo de 2008– permitirán la constitución efectiva en breve plazo del Consejo Estatal y el nombramiento posterior de los nuevos consejos sectoriales de las artes escénicas y de la música.
Operativo y coherente
Con la intención de racionalizar y simplificar el sistema actual, se convierte al Consejo Estatal en un sistema, organizativa y estructuralmente, más operativo y coherente, sin perjuicio de conseguir la máxima garantía de representatividad y eficacia.
Como órgano que canaliza la participación y la colaboración de los sectores de las artes escénicas y musicales y de las distintas Administraciones Públicas con competencias en esta materia con la Administración General del Estado, estará formado por hasta un máximo de 40 representantes a propuesta de los sectores de la música, la danza, el teatro y el circo; hasta un máximo de 21 vocales propuestos por la Dirección General del INAEM, entre personas de reconocido prestigio en su ámbito; 1 representante de cada una de las Comunidades Autónomas y Ciudades con Estatuto de Autonomía; 1 representante de la Federación Española de Municipios y Provincias y 1 miembro proveniente del Ministerio de Educación.
Reducción de la estructura
Entre otras medidas, se integrará a los consejos sectoriales en la estructura del Consejo Estatal. El decreto permitirá homogeneizar criterios de funcionamiento, mandato y elección de los sectores representados, además de definir el papel del los Consejos Artísticos.
Entre otras tareas, corresponderá a los Consejos Artísticos, analizar y valorar las actividades del INAEM en el ámbito de la música, la danza, el teatro y el circo, además de evaluar y realizar el seguimiento de los centros de producción artística que le sean propias por su naturaleza. Por último, asesorarán en el procedimiento de selección de los directores de los centros de creación artística de su ámbito, atendiendo a la naturaleza y peculiaridades de cada uno de ellos.
El INAEM pretende con esta nueva regulación una mayor implicación de los sectores de las artes escénicas y de la música en el análisis de la realidad de la creación artística española en todas sus dimensiones, asumiendo, por vez primera, un papel activo en el asesoramiento de los centros de producción y gestión correspondientes a su área.