Unido a ello, se representa a artistas que han sido calificados de «emergentes», término que sigue resultando algo huidizo, pero que podríamos definir, si no nos ponemos muy quisquillosos, como aquello «aún no consagrado», encerrando en ese aún la potencialidad de serlo. Otra de sus premisas es abrazar la libertad de medios y formatos, que van desde la pintura, al dibujo y la ilustración, la foto, la instalación o la experimentación audiovisual. Añaden y justificarán su elección a través del fácil pero plausible criterio propio e independiente, es decir, más allá de las modas, cv e intereses institucionales.
Nacionales y foráneos
El día de su inauguración, y a pesar del poder de convocatoria, las obras podían verse fácilmente desde la calle a través de la estructura acristalada y diáfana de la galería. Distribuidas en dos pisos, destacó su carácter colectivo y el batiburrillo de lo diverso. La exposición incluye solo artistas nacionales, pues los únicos foráneos son dos bonaerenses de origen que llevan tiempo instalados en Madrid. Este ‘requisito’ es solo inicial y no debe entenderse como una limitación, aunque qué mejor que comenzar a ceder espacio a toda una generación de artistas nacionales que hasta ahora tenía que hacer carretón y peregrinaje curricular por las capitales internacionales para ser reconocidos en su propio país.
Todos los artistas son jóvenes, pero tienen trayectorias diversas, desde los más consagrados, como Julio Falagán, hasta todavía alumnos de la Facultad de Bellas Artes. Todos poseen cierta presencia en el circuito español y muchos de ellos han coqueteado con aprendizajes y experiencias en el extranjero (Rocío Cañero en Nueva York o el colectivo Laramascoto en Berlín).
Se aprecia un claro predominio del dibujo en sus diversas tipologías, hibridaciones con el mural, el grafiti y la ilustración. Se desprende del conjunto una línea más lúdica y sobre todo formalista y poco beligerante, aunque sin perder la ironía como arma. En general son propuestas bastante alejadas de las tendencias más teóricas y sobre todo políticas que pudimos, por ejemplo, ver ilustradas en la actual edición de Injuve en Tabacalera.
Variedad de propuestas
Investigando y conociendo más el trabajo individual de cada artista, el espectador se queda saboreando únicamente una pequeña porción de lo que son sus trabajos, lo que despierta las ganas de esperar a individuales que profundicen más en la obra de cada uno, sobre todo en el caso de Cañero, PMatos, Cristina Llanos, Sebastián Beyró e Ignacio Chávarri, cuyas obras son de una complejidad y diversidad mayor a la intuida o presentada.
Destacaríamos la parte de Rocío Cañero y su colaboración con Rafa Suñén, haciendo de la unión de foto e ilustración una interesante vía de investigación de los soportes además de una re-lectura de la manipulación visual, la caricatura o el collage virtual, algo muy característico en la artista. Jonay PMatos, por su parte, muestra a través de tres fotografías la instalación a base de dibujos hechos con cinta adhesiva realizada en el mismo espacio galerístico unas semanas antes de la apertura. Es una buena manera de aunar la riqueza de su corpus creativo. Frente a sus trabajos fotográficos de editorial más comerciales, aquí utiliza el medio como testimonio y permanencia de una acción artística a la manera de los conceptuales y las prácticas del land-art. Frente a lo efímero de la acción (la instalación se destruye), la foto permanece como huella y parte de la obra.
La obra pictórica de Santiago Lara también destaca por su potencia visual y la única presencia de una obra despertó las ganas de ver mucho más. Su trabajo se completa con la experimentación audiovisual, formando el colectivo Laramascoto con Beatriz Coto. La exposición se completó con la presencia de los artistas Chefer, Estefanía Martín e Irene de Andrés.
Por tanto, inauguración y presentación de un espacio como punto de partida de una propuesta que esperemos siga avanzando en la línea propuesta. No debemos perder la pista a ciertos de sus artistas y esperaremos a conocerles mejor a partir de las individuales.