Integrados por 34 cuadernillos encerados de color negro, pocas publicaciones filosóficas han suscitado en los últimos tiempos tanta expectación, interés y controversia como estos textos privados.
El propio Heidegger había contribuido anticipadamente a su notoriedad al designarlos como la «coronación» de sus obras completas e indicar que deberían ser los últimos escritos surgidos de su mano en ver la luz.
Respondiendo a preguntas
Pero, sobre todo, se esperaba que la edición de estos Cuadernos negros aportara las pruebas irrefutables del antisemitismo de Heidegger y de sus simpatías por el régimen nacionalsocialista. ¿Cómo es posible que quien fuera uno de los pensadores más importantes del siglo XX empleara su genio especulativo en hacer una fundamentación ontológica del Holocausto?
Esta primera entrega, que recoge los cuadernos de los años 1931 a 1938, constituye una fuente imprescindible para contextualizar y valorar la implicación de Heidegger en el nacionalsocialismo, que él concibe desde una metapolítica encuadrada en la historia del ser. Pero, además, ayuda a plantear la cuestión general de la relación entre las fuerzas históricas, la condición existencial del hombre como individuo y como comunidad, la filosofía y la política.
El sin sentido de la existencia
Martin Heidegger es uno de los pensadores decisivos del siglo XX y, como figura protagónica de la filosofía contemporánea, tuvo una marcada influencia, entre otras corrientes de pensamiento, en el existencialismo, pues sostenía que el individuo vive en el permanente peligro de ser sepultado por la rutina diaria y el convencional y superficial comportamiento de la multitud, es decir, en lo que denominó el sin sentido de la existencia.
Hijo de un tonelero y sacristán, abandonó pronto los estudios teológicos para dedicarse a la filosofía, orientando su interés hacia la fenomenología husserliana, la hermenéutica de Dilthey y la filosofía de Aristóteles.
Bajo la directa tutela académica de Husserl, fue profesor ayudante en la Universidad de Friburgo (1919-1923) y profesor titular en Marburgo (1923-1927), hasta que finalmente obtuvo la cátedra en Friburgo.
Devaneos y ceses
Hitler tomó el poder en Alemania en 1933 y su gobierno le nombró rector de la Universidad de Friburgo, cargo que aceptó tras afiliarse al partido nacionalsocialista y manifestar su adhesión al régimen en el discurso que pronunció en la toma de posesión.
En los primeros meses del Tercer Reich, Heidegger elogió públicamente el nacionalsocialismo, pero desconcertado por la evolución posterior del sistema y por la guerra, renunció al rectorado por fuertes discrepancias con el Gobierno. La renuncia no evitó que, tras la ocupación de Alemania por los aliados, fuera destituido como docente en Friburgo.
Al cabo de seis años regresaría a su cátedra como profesor honorario, si bien su actividad académica fue ya mucho menos constante. En los años siguientes, algunos de sus discípulos, como Marcuse, le sugirieron de forma insistente que se retractara de su discurso de 1933, pero él nunca lo hizo públicamente.
Segunda etapa
Apartado cada vez más de la vida pública, adulado por unos y duramente criticado por otros, Heidegger se consagró en esta segunda etapa de su vida a la «experiencia del pensar», impartiendo seminarios, dictando conferencias y publicando importantes ensayos sobre el final de la metafísica, el humanismo, la técnica y el arte, entre los que Ser y tiempo, que intenta responder a la pregunta «¿qué es ser?» ha adquirido carácter de imprescindible referencia.
Hombre de personalidad magnética, tuvo como alumna a la periodista y filósofa Hannah Arendt, y la relación amorosa no tardó en surgir, pero Heidegger era católico, estaba casado y tenía dos hijos, por lo que su relación sentimental fue discontinua, aunque la intelectual se mantuvo siempre.
El motivo fundamental de la ruptura definitiva fue la afiliación de Heidegger al partido nazi y la inevitable huida de Alemania de Arendt por su condición de judía.
El pensador también mantuvo relaciones con otra de sus alumnas, Elisabeth Blochmann, joven de padre judío y a la que ayudó a emigrar antes de la Segunda Guerra Mundial. Con ella reanudó el contacto después de la contienda.
De la amplia producción de Heidegger cabe destacar las obras Los problemas fundamentales de la fenomenología, Interpretaciones fenomenológicas sobre Aristóteles, Tiempo e historia, ¿Qué significa pensar?, El concepto de tiempo y la ya mencionada Ser y tiempo, todas ellas publicadas en español por Editorial Trotta.