‘Los libros repentinos’ de Pablo Gutiérrez

Ahora es la literatura, y su poder al tiempo sanador y perturbador, la que gravita sobre Los libros repentinos y su protagonista, Reme, una mujer al cabo de la vida y de vuelta de casi todo, al aire de quien el autor construye un personaje de mucha envergadura literaria.

El descubrimiento

Horas después de la muerte de su marido, una caja de libros llega a casa de Reme por error. En lugar de devolverlos, toma uno al azar y comienza a leerlo. Algo ocurre a partir de ese instante: Reme se encierra en casa y una tras otra devora toda página que le cae entre las manos. Siente que esos libros le hablan de supervivencia, sexualidad contenida y frustraciones. Nadie sale indemne de la literatura y Reme, al dejar su encierro, es otra persona. Todo es o le parece distinto.

Cautivada por la literatura recién descubierta, esta mujer comienza a ver el mundo a través de sus lecturas y descubre en ella misma una rebeldía palpitante. Una insumisión capaz de traspasar las fronteras de la ficción e impregnar la realidad; su realidad.

Intuye que la justicia social sólo puede obtenerse si la lucha se reduce a un pequeño medio, el tamaño de un barrio, por ejemplo, que será un nuevo campo de batalla. Crítica social y humor satírico, patetismo y ternura se combinan en una prosa rotunda sí, acerada, pero dúctil y envolvente.

«Reme es una vieja indecente que viste con harapos y deja que el pelo le crezca sobre los hombros como la mala hierba. Perdura en ella la fortaleza de la mujer superviviente, piel de elefante marino, las mejillas son dos manzanas de Blancanieves. El tiempo le pertenece, no duerme, a nada le teme: de madrugada deambula como un centinela haciendo rugir los soportales de la plaza con sus bostezos, al mediodía se acurruca al sol para leer cualquiera de los libros que carga consigo».

Activista social

Como acota el propio autor: “Reme se acaba convirtiendo en activista social gracias a la literatura. Esta es, por tanto, la historia de un despertar: descubrir en una vida común que existen situaciones extraordinarias. Ella es una mujer de un barrio marginal que vive en la rutina ordinaria de gran cantidad de mujeres, y que a través de los libros toma conciencia de muchas cosas. Hasta entonces ha vivido con demasiados tabúes, pero ahora se le presenta la posibilidad de un juego inesperado: la voluntad mágica de la literatura que la llevará a la rebelión e incluso a la explosión de esa sexualidad que ha tenido retraída durante tanto tiempo”.

Lo dicho, crece en cada nueva entrega este onubense nacido en 1978 que, tras su paso por el periodismo, ejerce como profesor de Literatura en un instituto de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Gutiérrez, consolidado ya como una de las voces literarias más intensas entre las de reciente cuño. Su sentencia lo dice todo: «Escribir siempre es un combate contra alguna cosa»