Encuadrados dentro del programa de restitución histórica, enriquecimiento y actualización de la visita pública de los Reales Sitios contemplado en el Plan de Actuación de Patrimonio Nacional 2013-2016 se han llevado a cabo diversas tareas que han incluido la realización de obras arquitectónicas y diversos trabajos de mejora y de ordenación de fondos, además de reunirse varias obras que decoraban distintas estancias del Palacio o que estaban especialmente relacionadas con los monarcas que lo ocuparon.
El Palacio Real de Riofrío nunca fue habitado de forma regular, a pesar de que sí se utilizó como refugio de la corte de Francisco de Asís, en enero de 1852 y del Rey Alfonso XII, tras enviudar de su primera esposa, la Reina María de las Mercedes, en 1878; como lugar de cacerías, fábrica y campamentos, en la primera mitad del siglo XX; y como Museo Alfonsino y Museo de la Caza a partir de la segunda mitad del siglo XX.
Los salones han recuperado, en la medida de lo posible, la decoración y uso que tuvieron en el siglo XIX. Riofrío era el único de los Palacios de Patrimonio Nacional que no había tenido una adecuación de la museografía con un sentido histórico. Para ello se ha articulado el espacio en función de los inventarios y fotografías históricas de los siglos XIX y primera mitad del XX, en los que se especificada que, en líneas generales, el palacio se decoró en época de Francisco de Asís, y que en época de Alfonso XII se mantuvo el volumen de obra, con modificaciones entre las propias salas.
Funciones perdidas
De acuerdo a estos documentos se han incluido en Riofrío obras de arte procedentes de diversos Reales Sitios y almacenes, que han permitido restituir la lectura histórica del Palacio y duplicar la obra expuesta hasta las mil piezas. En concreto, 481 piezas se han recolocado y cambiado de una sala a otra; 82 se han sacado de los almacenes y se exponen ahora en los salones; y 448 piezas proceden de almacenes y zonas no visitables del Palacio Real de Madrid, Palacio Real de Aranjuez, Palacio Real de la Granja de San Ildefonso, Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial y Palacio Real de El Pardo.
La reforma no ha consistido solo en incrementar la obra expuesta, sino que también se ha recuperado la función perdida en las últimas décadas de diversos espacios, entre los que destacan especialmente varias salas como son: el Salón de Guardia; el Salón de Billar; la Sala de servicio al Comedor, con su montaplatos original; el Dormitorio de Francisco de Asís o el Oratorio, en donde, además de recuperar el altar que estaba oculto, se ha instalado de nuevo la Serie de la Vida de Cristo tal y como lo decoraba en el siglo XIX.