El proyecto contempla la reconfiguración del espacio original del ábside para descubrir su complejidad pictórica y también el establecimiento de un nuevo pavimento del ábside para mejorar la funcionalidad de la iglesia. Concretamente se instalará una reproducción virtual que recreará las pinturas originales del ábside y de todo el presbiterio, que actualmente se conservan en el MNAC.
La recreación se llevará a cabo mediante proyección audiovisual (mapping). Previamente se retiraran las imágenes del ábside que se exponían hasta ahora, que son una reproducción de las originales y se restaurarán todos los fragmentos de pintura original que se hallan debajo, en los muros del ábside. También se habilitará una nueva iluminación que permita destacar las pinturas originales existentes en la iglesia.
Restauración en directo
Está previsto que la iglesia permanezca abierta durante todo el proceso de restauración de las pinturas a fin de que los trabajos de los técnicos puedan ser contemplados por los visitantes. Los trabajos se iniciarán de forma inminente y se alargarán hasta el mes de julio.
El presupuesto de esta actuación es de 390.000 euros, aportados íntegramente por la Obra Social ”la Caixa”. Esta dotación ha permitido llevar a cabo ya algunos trabajos preliminares en la iglesia, como las excavaciones arqueológicas necesarias y una primera prospección de las capas profundas de pintura románica conservadas bajo la copia que se retirará en breve. También se han ejecutado algunas labores de conservación del edificio, como la reparación de la cubierta, el drenaje del ábside y la retirada de una viga que ha permitido descubrir nuevos restos de las pinturas originales.
Sant Climent de Taüll
La iglesia de Sant Climent es el templo más grande de toda la Vall de Boí y destaca por no haber sufrido transformaciones significativas desde la época románica. Es la iglesia más conocida dentro del grupo de nueve templos románicos de la Vall de Boí, declaradas patrimonio mundial por la UNESCO en 2000. Este conjunto de templos, construidos entre los siglos XI y XII por orden de los señores de Erill, fueron símbolo de devoción religiosa, y eran una representación palpable del poder y del prestigio social de sus promotores.
La iglesia fue consagrada por el obispo Ramon Guillem de Roda-Barbastre en 1123. La edificación reemplazaba a una iglesia de la segunda mitad del siglo XI, de la que se conservan algunas partes que fueron aprovechadas en la nueva construcción, como por ejemplo la parte inferior del ábside central. Fue declarada monumento histórico-artístico en 1931 y, desde 1982, bien cultural de interés nacional (BCIN).
Se trata de un edificio de planta basilical de tres naves. Los muros de la iglesia son de granito. En los arcos de las ventanas se ha usado piedra pómez para la decoración, consistente en elementos de estilo lombardo. El campanario de la torre es de planta cuadrada, compuesto por un zócalo alto y seis niveles de altura.