Desde 1961, esta subdirección enmarcada en la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte ha intervenido en más de 14.000 proyectos que han servido para formar a toda una generación de conservadores-restauradores y para establecer criterios y metodologías reconocidas más allá de nuestras fronteras.
El IPCE se encarga de la conservación-restauración de bienes culturales del patrimonio, en su mayoría de titularidad estatal. En sus talleres de conservación-restauración de piedra, metal, madera, textil, cerámica, pintura mural y de caballete o papel, enclavados en su sede, el icónico edificio de Fernando Higueras y Antonio Miró conocido como la Corona de Espinas, una de las obras más significativas de la arquitectura española contemporánea, se han recuperado obras como la Dama de Baza, el Disco de Teodosio, el Efebo de Antequera, la reja de la Capilla Real de Granada o el grupo escultórico del Santo Entierro de Juan de Juni.
Fuera de nuestras fronteras destacan los relieves y esculturas del Templete de Bramante en la iglesia de San Pietro in Montorio en Roma. Además se han desarrollado trabajos de conservación de bienes inmuebles y edificios, de yacimientos arqueológicos o de patrimonio cultural inmaterial.
También ha trabajado en las vestiduras pontificales del arzobispo Ximénez de Rada, numerosas piezas textiles del Real Monasterio de las Huelgas de Burgos, el mosaico Cosmogónico de Mérida y los mosaicos de Noheda (Cuenca) y las pinturas murales de la Colegiata de San Isidoro de León. También ha restaurado el Entierro del Conde de Orgaz (Toledo), el conjunto de pinturas de Zurbarán de la sacristía de Guadalupe (Cáceres), el Libro del Buen Amor, el Beato de Liébana, el atlas anatómico de Ramón y Cajal y numerosas estampas de Piranesi, entre muchas otras obras.
Además de las recientes intervenciones integrales en el Monasterio de San Vicente do Pino en Monforte de Lemos (Lugo), el IPCE ha acometido otros trabajos de gran envergadura, como la dirección de la restauración del Pórtico de la Gloria, proyecto de más de diez años de duración galardonado por la Comisión Europea con el Premio Europa Nostra 2019; la restauración integral de San Miguel de Lillo en Asturias; el complejo defensivo de Rello (Soria) o el castillo de Montearagón en Huesca.
En estos momentos, en sus instalaciones se está trabajando en piezas provenientes de distintos puntos de la geografía española. Entre otras muchas se está interviniendo en un casco hallado en el castillo de Monreal de Ariza (Zaragoza); un verraco proveniente del embalse de Valdecañas (Cáceres); una escultura del ‘Arcángel San Miguel’ de Luisa Roldán, la Roldana, y un frontal de altar bordado, pertenecientes al Museo Diocesano de Córdoba; una carta del Rey Alfonso X a los alcaldes de Toledo de 1277; un sagrario del Museo Diocesano de León; el lienzo Avenida de los tilos de Gonzalo Bilbao del Museo de Albacete; y el sepulcro de Don Arnau de Valeriola del Museo de Bellas Artes de Valencia.
La innovación en metodologías de intervención y la aplicación de tecnologías novedosas en la conservación del patrimonio, como, en su momento, los rayos X o el láser; o la nanotecnología, el uso de drones y técnicas como la anoxia y la fotografía de fluorescencia visible inducida por radiación ultravioleta, en la actualidad, han situado al IPCE entre las instituciones internacionales de referencia en el sector.
Los primeros proyectos de los años 60 y 70 sentaron las bases de una disciplina que se ha ido profesionalizando e incluyendo los últimos avances. La investigación e intervenciones realizadas en esos años en el claustro y frescos de la Real Colegiata de San Isidoro de León o las tablas de Pedro Berruguete del retablo de la iglesia de Santa Eulalia de Paredes de Nava (Palencia) son algunos ejemplos.
En la década de 1980, los trabajos del servicio de arqueología, con la elaboración del Inventario del Arte Rupestre, fueron pioneros en el estudio sistemático de esta disciplina en nuestro país.
A partir de la década de 1990 se añaden los servicios de laboratorios y fotogrametría, pioneros en la aplicación de las técnicas de análisis fisicoquímicas, y de fotografía, imagen y planimetría a los bienes culturales. Y se inician los proyectos de salvaguarda de patrimonio inmaterial como el catálogo de patrimonio sonoro o el Atlas de Patrimonio Cultural Inmaterial Canario y el desarrollo de los Planes Nacionales de Conservación, elemento esencial en la coordinación de actuaciones de conservación entre administraciones.
En los años 2000, ante el cambio climático, el IPCE ha iniciado proyectos en conservación preventiva, planes de salvaguarda de colecciones y ha incluido en su ámbito de actuaciones la protección de nuevos patrimonios, más vulnerables, como el industrial.
Destaca también la labor de la recuperación del patrimonio fotográfico que ha llevado a cabo en los últimos años, con un programa de digitalización de los fondos custodiados en su fototeca, una de las colecciones más ricas de fotografía sobre patrimonio cultural español, y disponible para consulta en línea [1].
En cuanto a la promoción del acceso de la sociedad al patrimonio destaca el archivo, que permite a los usuarios consultar la documentación de cada una de las intervenciones [2], y la biblioteca, con más de 50.000 entradas especializadas en conservación-restauración.
En la actualidad, el IPCE realiza actividades de asesoramiento técnico especializado en patrimonio cultural para otros organismos del Estado u otras administraciones públicas, que compagina con proyectos de intervención en todo el territorio español. Además, participa y coordina varios proyectos dotados con fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Al mismo tiempo está consolidando y ampliando las redes nacionales e internacionales en materia de conservación, investigación, gestión y restauración de bienes culturales.
Aunque su ámbito de actuación comprende toda España, a través de las convocatorias de ayudas para proyectos arqueológicos en el exterior también se extiende a gran parte del globo con excavaciones en África, Pacifico, Oriente Próximo y Europa.