La Academia distingue así la extraordinaria actividad en la recuperación de un conjunto arquitectónico y urbanístico de gran valor patrimonial, lo que ha permitido regenerar el casco histórico de Alcalá y devolver a la universidad el papel dinamizador de la cultura que tuvo desde su fundación en el Renacimiento, convirtiéndola en protagonista del avance experimentado por la ciudad a comienzos del siglo XXI. Las intervenciones en sus edificios universitarios han posibilitado la reconstrucción de la primera ciudad universitaria planificada de Occidente.
Fundada en 1499 por el cardenal Cisneros, la Universidad de Alcalá actuó como avanzada en España de la corriente humanista europea y fue sede de la élite intelectual, artística y literaria que fomentó el desarrollo del Siglo de Oro español. En sus primeros tres siglos de existencia, su modelo se expandió, propiciando la fundación en América de más de 15 universidades.
Tras su desamortización en 1836 y el posterior deterioro de la ciudad, su regreso se demoró hasta la llegada de la democracia en 1977. En la actualidad, la UAH ocupa prácticamente los mismos edificios y áreas que albergaron a la ciudad universitaria en tiempos del cardenal Cisneros y ha restablecido sus vínculos con los centros de enseñanza superior de los países iberoamericanos.
El apoyo ciudadano ha sido fundamental para la institución. Esta recuperación no habría sido posible sin la inestimable iniciativa de la Sociedad de Condueños que supo custodiar la Manzana Cisneriana hasta que la universidad retornó a Alcalá de Henares.
Recuperando edificios
Entre 1984 y 2013, la UAH ha restaurado y devuelto a su uso inicial 22 edificios históricos. Ha integrado en ellos ampliaciones contemporáneas que sustituyen a las arquitecturas perdidas o solventan la ruina sufrida en los colegios de los Jesuitas, Trinitarios, Málaga, León, Mínimos y Carmen Calzado.
También ha recuperado como jardines las huertas del Colegio de Mínimos y Trinitarios, Caracciolos, Málaga y León, creando en el centro de Alcalá un eje verde que enlaza los antiguos sembradíos y suaviza la transición entre el casco histórico y el ensanche de la ciudad hacia el río.
Los colegios han incorporado colecciones artísticas para reemplazar su patrimonio desamortizado. Algunas de ellas se integran en la arquitectura, como los murales de algunas cúpulas o las vidrieras. Otras ponen en contacto a los estudiantes con las culturas del mundo.
En 2013, la restauración de parte del cuartel del Príncipe de Asturias y del Colegio Mayor de San Ildefonso y su Capilla Universitaria ha rescatado elementos desconocidos hasta la fecha, permitiendo interpretar significados ocultos durante siglos.
Institución reconocida
La candidatura fue presentada por los académicos Alfonso Rodríguez G. de Ceballos, Antonio Fernández Alba y Alfredo Pérez de Armiñán. Este último completó el acto de entrega del galardón con un discurso. El rector magnífico de la UAH, Fernando Galván, recibió la Medalla de manos del director de la Academia.
Este reconocimiento se suma a los obtenidos con anterioridad por el Consejo de Europa y la Unesco, que valoró su importante labor de recuperación patrimonial otorgándole en la cumbre de Kioto de 1998 su declaración como Patrimonio de la Humanidad.
La Real Academia instituyó la Medalla de Honor el 25 de enero de 1943 con carácter honorífico. De forma anual, esta distinción se concede a una persona o entidad tanto española como extranjera que se haya distinguido de modo sobresaliente en el estudio, promoción o difusión de las artes, en la creación artística o en la protección del patrimonio histórico, natural y cultural.