El Plan Director del Monasterio de Santa María de El Parral [2], elaborado en 2013, establece como prioridad la restauración de las cubiertas. El proyecto tiene como objetivos frenar el deterioro, asegurar la estabilidad y estanqueidad de los espacios, así como mejorar la accesibilidad a las cubiertas, en adecuadas condiciones de seguridad, para futuras labores de mantenimiento y conservación. La superficie total es de aproximadamente 6.400 metros cuadrados.
Además de reparar todos los daños ocasionados por las filtraciones, con la intervención se propone colocar un sistema de cobertura que evite los problemas actuales de deterioro de morteros y movimiento y caída de piezas, así como generar una nueva capa de impermeabilización bajo la de teja que permita sacar el agua en el caso de que las tejas no estén cumpliendo adecuadamente su función.
Se modificará el sistema actual de evacuación de aguas del edificio: en líneas generales las aguas se recogerán mediante canalones y se evacuarán mediante bajantes y solo en la torre y en la zona del acceso a la nave central se realizará la evacuación de aguas mediante gárgolas. La intervención también contempla la recuperación de la estabilidad estructural mediante una revisión completa de la estructura de cubiertas y posterior sustitución de los elementos dañados (tableros, vigas, etc.).
También se restaurarán algunas de las fachadas: las del claustro procesional y las de las naves situadas al norte así como las cornisas y protección de aleros y tejadillos de madera, muy deteriorados por la acción del agua.
El Monasterio de Santa María de El Parral pertenece a la Orden de San Jerónimo. Fue mandado construir por Enrique IV de Castilla en 1447.