Para Guirao, Alborch fue «una feminista antes de que el feminismo estuviera de moda, desde su primera juventud; una excelente escritora, que escribió acerca de las cosas que le preocupaban, sobre todo de las mujeres; y fue una bellísima persona».
También ha destacado que fue directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) en una etapa crucial: «Hizo de un museo joven e incipiente uno de los mejores de Europa».
«Despedimos hoy a alguien que ha ocupado este Ministerio y lo hizo con brillantez, con tesón y con mucha responsabilidad. Como persona he perdido a una amiga, una especie de hermana protectora. Trabajé con ella cuando era ministra -siempre me cuidó- y esa amistad se ha mantenido hasta hoy y se mantendrá siempre», ha concluido el ministro.
Como mujer de la cultura, además de haber sido directora del IVAM, Alborch ejerció otros puestos institucionales como el de primera mujer decana de Derecho en Valencia y directora general de Cultura de la Generalitat Valenciana.
Además desarrolló una de sus facetas más personales como autora de libros. Solas, Malas, Libres y, el más reciente Los placeres de la edad son algunos de los textos en los que abordó una reflexión sobre la mujer en nuestra sociedad.
Nombrada ministra por el Gobierno socialista de Felipe González el 14 de julio de 1993, Alborch ejerció en el cargo hasta el 4 de mayo de 1996. Durante su mandato se realizaron medidas de gran trascendencia, como la aprobación de la Ley de Propiedad Intelectual (1996), la Ley de Fomento de la Cinematografía (1994), el Plan de Catedrales, la publicación del Mapa Nacional de Infraestructuras y Recursos Culturales y el pacto rubricado por ella y Miguel Ángel Cortés –como representante de Cultura del Partido Popular– para hacer del Museo Nacional del Prado un asunto de Estado, dejándolo al margen de pugnas partidistas. Este pacto continúa vigente.
Alborch trasladó su carisma personal e irreductible a la política y, con una eterna sonrisa, se comprometió con la cultura y el feminismo hasta sus últimos días. Muestra de ello fueron sus palabras el pasado 9 de octubre, al recibir la más alta distinción de la Comunidad Valenciana, en las que en presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, explicó que “el feminismo ha mejorado la calidad de vida de todos los ciudadanos y ciudadanas. Debería ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad».
Condolencias del IVAM
El IVAM ha lamentado profundamente la muerte de Alborch. Su director, José Miguel G. Cortés, ha afirmado que «supone una pérdida irreparable para la cultura de nuestro país y este museo siempre estará en deuda con ella». Además ha anunciado que la dirección del museo propondrá al próximo Consejo Rector que el auditorio del centro lleve su nombre.
Carmen Alborch llegó a la dirección del IVAM en 1988 y estuvo al frente del museo hasta su nombramiento como ministra de Cultura en 1993. Había tomado el testigo del primer director del centro, Tomàs Llorens, y fue la encargada de inaugurar la sede actual del Centre Julio González, el 18 de febrero de 1989, hace casi 30 años.
Su trabajo en defensa de las mujeres, ha marcado una línea que inspira uno de los pilares fundamentales del IVAM en la actualidad, la apuesta por dar visibilidad al trabajo de las mujeres artistas.
La propia Alborch estuvo presente este pasado mes de julio en la entrega del premio Julio González a Annette Messager, primera mujer en recibirlo en 18 años de historia del galardón.