Los residentes extranjeros y los sefardíes originarios de España son los principales afectados de las dos nuevas leyes relacionadas con la obtención de la nacionalidad española que entrarán en vigor en octubre. El Instituto Cervantes es el encargado de establecer el diseño y la administración de las dos pruebas que se exigirán, en ambos casos, para que los aspirantes acrediten su especial vinculación con España.
La primera de las pruebas, la de conocimiento de la lengua española, exigirá a los aspirantes la obtención del DELE, al menos en el nivel A2. De ahí el previsto aumento de las matrículas para el diploma oficial de español que otorga la institución en nombre del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que tiene validez indefinida y reconocimiento internacional.
La segunda prueba, de conocimiento de la Constitución y de la realidad sociocultural de España (CCSE), constará de un examen específico en el que los aspirantes deberán contestar 25 de las 250 preguntas de respuesta cerrada (tipo test). Habrá 10 convocatorias al año y el precio será de 85 euros.
Expansión virtual
Otro gran reto para 2016, y que también supondrá ingresos económicos aún por cuantificar, será el Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE). Se trata de un nuevo certificado electrónico de español, dirigido tanto a estudiantes extranjeros como a hablantes nativos, que se obtendrá por Internet de forma rápida y que tendrá una validez de dos años. Esta iniciativa parte del Cervantes, la Universidad de Salamanca y la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), con la colaboración tecnológica y comercial de Telefónica y abierta a la integración de instituciones docentes de todo el mundo hispanohablante.
También se contempla un aumento en las matrículas para estudiar español, principalmente a través de la plataforma virtual AVE (Aula Virtual de Español), en la que se dieron de alta el año pasado más de 72.700 alumnos. La plataforma, que ha pasado a denominarse AVE Global, ha actualizado todos sus materiales digitales y los ha adecuado para su utilización en dispositivos móviles.
Cervantes y el Quijote
En cuanto a la promoción de la cultura, Miguel de Cervantes y el Quijote seguirán siendo protagonistas. Si en 2015 el Instituto está dedicando múltiples actividades al cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de la inmortal novela, 2016 cederá el testigo a los 400 años de la muerte del manco de Lepanto. Para ello ha diseñado una línea estratégica titulada La cara B de Cervantes que se centrará en la totalidad de su obra.
García de la Concha ha adelantado algunos proyectos culturales, como la exposición Quijotes por el mundo (actualmente abierta en la sede en Madrid y que podría viajar a Puerto Rico en primavera coincidiendo con el VII Congreso Internacional de la Lengua Española), la muestra de cómic e ilustración Miguel EN Cervantes, y otras dos de fotografía con imágenes de Navia y sobre la búsqueda de los huesos del autor.
Habrá también múltiples actividades de cine, literatura, ciencia o teatro que orbitarán en torno al Quijote y al autor más universal de las letras españolas.
Presupuesto
El Instituto Cervantes contará el próximo año con un presupuesto de 115,37 millones de euros, lo que supondrá un incremento del 0,4% respecto a los 114,85 millones de 2015. Las transferencias del Estado a la institución pasarán de 54 a 65 millones de euros, un aumento del 20%.
En su comparecencia para exponer los presupuestos del Cervantes en 2016, García de la Concha ha anunciado que la institución obtendrá otros 50 millones por sus actividades propias, por lo que el porcentaje de autofinanciación será del 43,5%.
El organismo genera ingresos propios gracias, principalmente, a las actividades académicas que ofrece (cursos de español presenciales o por Internet, exámenes de español para no hispanohablantes, acreditación de centros de enseñanza, etc.) y a las actividades culturales que organiza.