La cultura suspende su propio examen. Los agentes culturales otorgan un 4,5 de media (suspenso alto, casi aprobado) al sector cultural español, una calificación que lo sitúa en el filo de la navaja, con solo dos futuros: recuperación o derrumbe. Así se deriva de las conclusiones del estudio de Corredor, una panorámica de la coyuntura española en el sector de las artes y la cultura.
Las mejores calificaciones van en relación con las redes y soportes digitales, tanto desde el punto de vista de la creación como de los propios usuarios. Las peores, para las políticas públicas culturales, tanto interiores como de cooperación y proyección exterior. La tónica evaluadora se repite por esferas de actividad, sectores y profesionales.
Calificaciones por sectores
Por esferas de actividad, resalta en los resultados el contraste entre el aprobado alto obtenido por las valoraciones de la creación (5,7) y del uso de la cultura (5,4) frente al suspenso medio de la producción/edición (4,7) o de la distribución (4,5), frente al suspenso sin paliativos obtenido por las políticas públicas culturales (3,4) y la proyección exterior de nuestra cultura.
En cuanto a sectores, el único aprobado claro es para las artes plásticas (5,2). En cambio cosechan suspensos rotundos las artes escénicas (3,8), la música y la industria discográfica (4,1), los videojuegos y la industria multimedia (4,6), la creatividad publicitaria y el diseño (4,5), el cine y el audiovisual (4,4).
Por profesiones, destaca la valoración de los gestores de la cultura (productores, editores y distribuidores), que tienen la opinión más optimista sobre el estado de la cultura, con un 4,6 cercano al aprobado. En el otro extremo, los creadores ofrecen la visión menos optimista, con un 4,3.
IVA cultural y piratería
La edición 2013 del estudio incorpora cuatro preguntas de actualidad sobre el tratamiento fiscal de la cultura. Sus calificaciones, bajísimas, no dejan lugar a dudas de la contundencia de la condena del mundo cultural español al sistema fiscal aplicado y, muy especialmente, al IVA cultural aplicado desde el último cuatrimestre de 2012, «una cuestión a resolver de manera urgente», según ha defendido el catedrático Enrique Bustamante, director del equipo de investigación que ha llevado a cabo el estudio.
En cuanto a la piratería, los agentes culturales piden generar mayor conciencia de que el contenido cultural debe ser pagado. «No se trata de hurtarle unos euros a las majors americanas, sino de que la industria cultural sea viable», se lee en una de las respuestas. Al mismo tiempo se critica el anteproyecto de Ley de Propiedad Intelectual presentado por el Gobierno porque “no contribuye al desarrollo de la industria cultural, ni al equilibrio entre los derechos de los titulares y el acceso de los ciudadanos a los contenidos culturales y de entretenimiento”.