La obra de Colinas se considera clave en la cultura hispana, con trabajos aclamados como Poemas de la tierra y de la sangre, Preludios a una noche total, Sepulcro en Tarquinia, Noche más allá de la noche y Canciones para una música silente. Su labor poética ya le valió el Premio Nacional de Literatura en 1982.
Con Vicente Aleixandre y María Zambrano como maestros reconocidos, a finales de los sesenta comenzó a publicar sus poemas antes de ejercer como lector de español en las universidades de Milán y Bérgamo. Además de su labor de autor, Colinas ha traducido a autores como Giacomo Leopardi y Salvatore Quasimodo.
El leonés, al que se suele incluir en el grupo de los Novísimos, es uno de los escasos poetas españoles que cultiva asiduamente el verso alejandrino. Pero la poesía no es lo único que abarca su obra, también compuesta de novela, ensayo y memorias. En 1985 publicó su primera novela, Un año en el sur (Para una educación estética), que tuvo un año después continuación en Larga carta a Francesca.
Además, Colinas ha colaborado en diarios como El País, ABC y El Mundo y revistas como Revista de Occidente y Cuadernos Hispanoamericanos.
El jurado de esta edición ha estado formado por el presidente de Patrimonio Nacional, Alfredo Pérez de Armiñan y de la Serna; el rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez; y Álvaro Pombo y García de los Ríos, en representación del director de la RAE, Ana Santos Aramburo; Pilar Martín-Laborda y Bergasa; Noni Benegas; Luis Alberto de Cuenca y Pardo; Carme Millán de Benavides; Joaquín Pérez de Azaustre; Jorge Luis Volpi Escalante; Blanca Berasategui; Berna González Harbour; Jorge Edwards Valdés; Miren Itziar Taboada Aquierreta; Francisca Noguerol Jiménez; Selena Millares; María Ángeles Pérez López; Esther Martínez Quintero; e Ida Vitale, premiada en la pasada edición [1].