Viola recibirá el premio, dotado con 100.000 euros y una escultura de Antoni Tàpies, en el transcurso de una ceremonia institucional en Barcelona el próximo 30 de junio de manos del presidente de la Generalitat, José Montilla.
En nombre del jurado, su presidente-delegado, Xavier Rubert de Ventós, ha comentado que "Viola no es sólo el inventor del videoarte, sino que es un visionario que dijo que la tecnología electrónica es un camino también hacia la intimidad, hacia la espiritualidad".
Trayectoria
Viola comenzó a utilizar el vídeo con finalidades artísticas, junto con otros artistas, a mediados de los años sesenta y consiguió desarrollar el nuevo medio de expresión a principios de los años 70. A lo largo de 35 años ha producido cintas de vídeo, instalaciones arquitectónicas virtuales, sonidos ambientales, actuaciones de música electrónica, piezas de vídeo en pantalla plana y obras para ser emitidos por televisión. Sus instalaciones de vídeo, montajes completos que envuelven al espectador en la imagen y el sonido, usan las tecnologías más avanzadas y son exhibidas en museos y galerías de todo el mundo.
Sus trabajos se centran en experiencias humanas universales (nacimiento, muerte, evolución de la conciencia) y tienen sus raíces tanto en el arte oriental como en el occidental, así como en las tradiciones espirituales. Para contribuir a la implicación del espectador con la imagen y para que conecte profundamente con sus significados, el videoartista neoyorquino recurre a menudo a técnicas de cámara ultralenta.
Coincidiendo con la entrega del premio, Bill Viola realizará un acto académico en la Pedrera y asistirá a la exposición que el Centro de Arte Contemporáneo Bòlit de Girona dedicará a su obra.