Este premio anual, fallado anoche en la Tate Gallery, está abierto a artistas de menos de 50 años que hayan nacido, trabajen o residan en Gran Bretaña y que hayan expuesto su obra en los últimos meses. Acompañado siempre de polémica, y a veces de escándalo, el Turner Prize ha contribuido a consolidar a Londres como una de las capitales del arte contemporáneo en el mundo.
Animación y ciencia ficción
El premio de 25.000 libras (29.425 euros) ha ido a quien se confiesa admirador de Félix el gato y se inspira en películas de ciencia ficción como Blade Runner. El artista, que es más conocido por sus creaciones audiovisuales, une así su nombre a la polémica lista de ganadores de este premio en la que figuran Damian Hirst, Chris Ofili o Martin Creed.
El trabajo de Leckey suele combinar escultura, cine, sonido y, en opinión del jurado del galardón, está marcado por una "naturaleza inteligente, energética y seductora. Con ingenio y originalidad, Leckey ha encontrado una variedad de formas con las que comunicar su fascinación por la cultura visual".
Este profesor de Estudios Fílmicos en la Stadelschule de Frankfurt am Mein (Alemania) y fundador de los colectivos musicales Donateler y Jack too Jack siempre se ha declarado fascinado por la posibilidad de llevar las imágenes a la animación en 3D. "Quiero transformar mi mundo y hacerlo más mundo. Convertirlo más en lo que es", es el principio que rige su obra, según él mismo.
Esperar a que termine la crisis
Preguntado sobre qué tiene pensado hacer con el dinero del premio, contestó que lo guardará hasta 2086, "cuando termine la recesión", y se refirió al efecto que está teniendo el frenazo económico internacional en el mundo del arte y la creación: "Hay gente que está poniéndose muy contenta, con el gatillo preparado, con la idea de que la crisis va a hacer desaparecer mucho arte malo, y yo no quiero ver a algunos amigos ir al paredón", manifestó Leckey, quien añadió que ganar el Turner es sensacional y que "la única cosa triste es tener que tratar con la prensa".
En última instancia, espera que tener el Turner le abra puertas, sobre todo para conseguir uno de sus principales desafíos, rodar una serie de televisión que "sea como un show de varietés artísticas".
Boñigas de elefante
Leckey era el único hombre en la lista pero al final se ha impuesto a sus compañeras. Sólo 3 mujeres han ganado el Turner desde su primera edición en 1984. El premio Turner ha conseguido suscitar la polémica en sus 24 años de vida por las discusiones entre los críticos y el público sobre si las obras que se presentan son arte o no. En 2001, Martin Creed consiguió la fama con una instalación de luces que se encendían y se apagaban. Tres años antes, Chris Ofili lo consiguió por una pintura con boñigas de elefante.
Los otros candidatos
Cathy Wilkes fue seleccionada por su muestra I give you all my money, que combina diferentes maniquíes femeninos en diferentes posiciones, entre ellas una mujer sentada en un retrete, que presentó hace unos meses en Belfast.
En cuanto a Runam Islam, fue designada finalista por su exposición Centre of Gravity, presentada en el Museo Nacional de Arte de Oslo y que gira en torno a varios trabajos cinematográficos.
Por su parte, Goshka Macuga fue seleccionada por su muestra Objects in Relation, Art Now, que presentó en el Tate Britain, y cuya inspiración son las relaciones entre dos parejas de artistas, Paul Nash y Eileen Agar y Lilly Reich y Mies van der Rohe.
A la entrada de la gala en la Tate Britain también asistieron varios artistas vestidos como árboles luminosos de Navidad, que protestaron porque no haya pintores entre los finalistas.