El jurado de este galardón, presidido por José Álvarez Junco, ha destacado la originalidad del texto que «aúna el rigor histórico en la documentación (inédita en gran parte en lengua española) con la habilidad narrativa, en una trepidante reconstrucción de elevadísima calidad literaria».
Un espía en la trinchera aborda uno de los capítulos menos conocidos de la vida del británico Kim Philby (1912-1988), el agente doble más importante de la historia del siglo XX. En concreto, su trabajo en España en plena Guerra Civil, donde fue acreditado como corresponsal del diario The Times, aunque en realidad seguía órdenes del servicio secreto soviético.
Bocanegra es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Sevilla y máster en Comunicación de la Defensa por el Centro de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN). Además ha desarrollado su actividad periodística en México, España, Marruecos, Argelia y Líbano; y como gestor cultural ha ejercido cargos de responsabilidad en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Desde 2007 es coordinador cultural en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
El Premio Comillas fue creado por Antonio López Lamadrid en 1987. El ganador de su primera convocatoria fue el editor y escritor Carlos Barral con el libro Cuando las horas veloces. En el momento de su creación, el Comillas fue pionero en el ámbito de la no-ficción. Con él, López Lamadrid pretendía animar a los autores a escribir obras sobre temas y personajes de gran interés histórico, político y cultural.
A lo largo de sus casi treinta años de vida, este certamen ha contado como jurados a personalidades de la talla de Mario Vargas Llosa, Javier Pradera, Santos Juliá o Jorge Semprún, que lo presidió durante varias ediciones. El historiador José Álvarez Junco es su presidente desde el año 2012. Entre los autores que lo han ganado figuran Javier Tusell, Enrique Krauze, Jorge Edwards, Carlos Castilla del Pino, Adolfo Marsillach, Isabel García Lorca o Jaime Salinas.
El galardón, que en esta edición ha recibido un total de 63 manuscritos, está dotado con un anticipo sobre derechos de autor de 12.000 euros, así como con una estatuilla de bronce diseñada por Joaquín Camps.