Kéré emigró a Alemania donde estudió Arquitectura para convertirse después en emblema de la construcción social y sostenible. Su obra está profundamente enraizada en su país natal, pero hace uso de elementos y principios universales que permiten insertarla en contextos tan diferentes como el de Berlín, su ciudad de adopción. Autor de una arquitectura ejemplar en el empleo de recursos limitados y técnicas sostenibles, este burkinés se ha convertido en el líder de una nueva generación de arquitectos que está empeñada en hacer el mundo mejor trabajando para los que menos tienen.
El fallo del jurado destaca que la de Kéré es una arquitectura «sostenible para la tierra y sus habitantes en lugares de extrema escasez. Es a la vez arquitecto y servidor, mejorando las vidas y experiencias de innumerables ciudadanos en una región del mundo a veces olvidada».
«Espero cambiar el paradigma, empujar a la gente a soñar y a arriesgarse», ha declarado Kéré tras recibir la noticia de su premio. «No porque seas rico debes desperdiciar recursos. No porque seas pobre debes renunciar a crear calidad. Todos merecemos calidad, todos merecemos lujo y todos merecemos comodidad. Estamos interrelacionados y las preocupaciones sobre el clima, la democracia y la escasez son comunes a todos».
Desde 1979
Este galardón fue establecido por la Hyatt Foundation en 1979 y toma su nombre de la familia Pritzker, cuyos negocios tienen su origen en la ciudad de Chicago. El apoyo de esta familia a la educación, actividades culturales, científicas y médicas es muy conocido en EE.UU. El premio fue fundado por Jay A. Pritzker y hoy en día es su hijo mayor, Thomas J. Pritzker, el presidente de la Fundación.
La medalla de bronce que se entrega a los galardonados se basa se los diseños de Louis Sullivan, arquitecto considerado el padre de los rascacielos. En una cara aparece el nombre del premio, y en la otra hay tres palabras inscritas: Firmitas, utilitas, venustas, que se corresponden con los Tres Elementos de la Arquitectura de Henry Wotton en referencia a lo escrito por Vitrubio en sus libros de arquitectura: “El final es construir bien. Las buenas construcciones tienen tres condiciones: solidez, utilidad y belleza”. Este reconocimiento está dotado con 100.000 dólares (91.000 euros al cambio actual).
El jurado del galardón ha estado formado en esta ocasión por Alejandro Aravena, Stephen Breyer, André Aranha Corrêa do Lago, Barry Bergdoll, Deborah Berke, Kazuyo Sejima, Benedetta Tagliabue, Wang Shu y Manuela Lucá-Dazio.
En 1996, Rafael Moneo se convirtió en el primer español en conseguir este galardón. En 2017 el reconocimiento recayó en el estudio catalán RCR Arquitectes (Rafael Aranda, Carme Pigem & Ramon Vilalta).
Kéré en España
En 2018, el Museo ICO mostró por primera vez en España la obra de Francis Kéré en la exposición Elementos primarios, que incluyó numerosos proyectos en los que ha desarrollado innovadoras estrategias que combinan materiales y métodos de construcción tradicionales con las modernas técnicas de ingeniería.
Luis Fernández-Galiano, comisario de aquella exposición, señalaba que la obra de Kéré, «sin duda el más importante arquitecto africano vivo y uno de los más innovadores a nivel mundial, se puede entender desde el mestizaje de sus raíces africanas con su educación europea, desde el empeño por usar técnicas apropiadas que comparte con otros constructores en entornos precarios o desde su singular compromiso solidario y comunitario. Todo ello ha fructificado en una arquitectura de enorme interés muy comprometida éticamente y estéticamente excelente».
Para Kéré, «pensar en la gente es universal. Pensar en la economía, en la estructura, también lo es, especialmente hoy, no sólo debido a los retos del cambio climático sino también a la escasez de recursos. En términos ecológicos, construir usando materiales locales y reciclables es universal. Pero lo más universal es la gente: crear espacios donde las personas puedan sentirse cómodas, protegidas, donde puedan interactuar, sobre todo en un mundo cada vez más abierto y a la vez más conflictivo. La gente es lo más importante».
Entre sus principales obras, representadas en aquella muestra, se encuentran la Escuela Primaria (2001) y la Biblioteca de Gando, Burkina Faso; el Complejo del Parque Nacional de Mali (2010), en Bamako; el Centro de Salud y Promoción Social CSPS (2014) y el Opera Village, ambos en Laongo, Burkina Faso; la Asamblea Nacional y el Parque Memorial de Burkina Faso, en Ouagadougou; el Satélite del Teatro Volksbühne en el Aeropuerto de Tempelhof, en Berlín (instalación temporal, 2016); o el Pabellón para la Serpentine Gallery del año 2017.
El arquitecto, el hombre
Francis Kéré procede de un pequeño pueblo de África Occidental. Como hijo primogénito del líder de Gando, su pueblo, su padre le permitió asistir a la escuela pese a que muchos de los habitantes de su aldea consideraban que la enseñanza convencional occidental era una pérdida de tiempo. Posteriormente consiguió una beca para formarse en Alemania, donde se graduó en arquitectura e ingeniería en la Universidad de Berlín.
En paralelo a sus estudios, creó la Kéré Foundation para financiar la construcción de la Escuela Primaria de Gando, galardonada con el Premio Aga Khan en 2004. Kéré continúa reinvirtiendo conocimiento en Burkina Faso y en otros lugares a lo largo de cuatro continentes.
Desde que fundó Kéré Architecture en 2005, su trabajo ha cosechado un gran reconocimiento, con premios como el Global Award for Sustainable Architecture, el BSI Swiss Architectural Award, el Marcus Prize Global Holcim Gold Award y el Schelling Architecture Award.
Kéré fue nombrado en 2009 miembro colegiado del Royal Institute of British Architects (RIBA), y miembro honorario del American Institute of Architects (FAIA) en 2012. Ha impartido clases en la Harvard Graduate School of Design y en la suiza Accademia di Architettura di Mendrisio.