García-Alix, profundamente marcado por sus experiencias parisinas y francesas –residió en Francia en varias ocasiones, entre otras en el marco de una residencia artística con el apoyo de la galería Chantal Crousel, entre 2003 y 2005–, es un de los artistas españoles contemporáneos más francófilos.
Desde muy joven
Comenzó desde muy joven a hacer fotografías. En los años 80, en plena eclosión social y cultural en España, tienen lugar sus primeras exposiciones y será en los 90 cuando le llegue el reconocimiento de la crítica. García-Alix sorprende a todos por la independencia de su obra y por la profundidad de sus retratos.
Entre sus exposiciones más destacadas se encuentran las celebradas en el Círculo de Bellas Artes (PHotoEspaña, 1998), el Museo Español de Arte Contemporáneo (2002), Les Rencontres Internationales d’Arlès (2007) y en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (2008). Ha publicado más de una docena de libros de fotografía, como Bikers (1993), Alberto García-Alix. Fotografías. 1978-1998 y Llorando a aquella que creyó amarme (2002).
También escritor
Su faceta de escritor se ha visto reflejada en la publicación de alrededor de cincuenta textos ensayísticos, relatos y cuentos en prensa diaria, revistas culturales y libros de imágenes como No me sigas… estoy perdido (2006), De donde no se vuelve (2008) o Moriremos mirando (2009). Como editor, creó la revista de culto El canto de la tripulación y codirigió la colección Los Libros del Cuervo.
Ha recibido los principales premios españoles en reconocimiento a su carrera: Premio Nacional de Fotografía (1999), Premio Bartolomé Ros de PHotoEspaña 2003, Premio de Fotografía de la Comunidad de Madrid (2004) y Premio PHotoEspaña 2012. Su obra más actual se ha desarrollado también en Francia y China, países donde ha trabajado y residido.