Este galardón, dotado con 100.000 euros, lo concede el Ministerio de Cultura para reconocer a un creador cuya obra sobresalga con especial significación en el ámbito de las artes plásticas. Se recompensa así la meritoria labor del galardonado a través de la concesión de un premio dirigido a destacar una aportación sobresaliente a la cultura española e iberoamericana por la totalidad de su obra.
Biografía
Isidoro Valcárcel Medina (Murcia, 1937) cursa estudios de Arquitectura y Bellas Artes en Madrid y es uno de los artistas más representativos del arte conceptual. Su arte se relaciona más con las situaciones y la realidad que con la producción de objetos.
Desde su primera exposición en 1962, donde parte de una abstracción que tendía hacia lo elemental, evoluciona rápidamente hacia estructuras constructivas caracterizadas por su simplicidad formal. En 1964 participa en el Primer Salón de Corrientes Constructivas. Tiempo y espacio son factores presentes en el primer periodo, como demuestran obras como Pinturas secuenciales (1962) y la serie Armarios (1964-1967).
En los años siguientes realiza piezas cada vez más simplificadas en su estructura. Así, por ejemplo, las que expone bajo el título Secuencias en el Círculo Artístico de Sant Lluc en abril del 68, o las del año siguiente en la Casa del Siglo XV de Segovia. La culminación de este periodo se produce con A continuación (lugares, sonidos y palabras), montada en la Galería Seiquer de Madrid en 1970. En ella se agudizan los recursos ambientales y temporales, articulados en función de un proceso narrativo.
De la denominada por el propio artista como “pintura habitable” pasa a la construcción de lugares, a través de la práctica de environments, performances y la ejecución de instalaciones. Tras su etapa pictórica se abre un segundo periodo que se inicia con la intervención de grandes dimensiones en el espacio urbano: Estructuras tubulares. Realizada específicamente en el contexto de los Encuentros de Pamplona de 1972, ejemplo elocuente de una de las constantes en su trabajo.
En el mismo marco, el artista presenta también su filme La celosía, trascripción literal de la novela homónima de Alain Robbe-Grillet, exclusivamente a través del propio texto y con una duración de dos horas. A partir de este momento inicia un ciclo de obras orientadas a describir los diversos movimientos y espacios de la ciudad. Así, obras como Relojes (1973) y Motores (1973), a través de fotografías y registros sonoros, respectivamente.
Desmaterialización
A estos ejercicios siguen otras obras articuladas mediante encuestas, anuncios públicos, fotografías anónimas, exámenes colectivos, diccionarios y grabaciones telefónicas, etc., obras que parten de la recolección y registro de datos y que se enmarcan en el denominado “arte sociológico”. De este periodo cabe destacar, entre otras: 12 ejercicios de medición sobre la ciudad de Córdoba (1974), Retratos callejeros (Madrid, 1975), El diccionario de la gente (São Paulo, 1976) o 136 manzanas de Asunción (Asunción, 1976). A finales de la década de los setenta la obra se emparenta con la intervención poética y la acción postal.
A partir de los años ochenta se aproxima a la arquitectura, implicándose en las realidades que se derivan, por ejemplo, de la creación de un pantano o del movimiento okupa.
Su obra ha ido evolucionando desde propuestas objetuales susceptibles de llegar a ser mercancías artísticas hasta una desmaterialización que favorece la aparición de una actitud que transforma la conciencia de la percepción no tanto en obra de arte sino en experiencia de arte. Esta actitud es la que le permite interrelacionar la vida con el arte, y el arte con una reflexión crítica y provocadora de la realidad.
En el año 2003 realiza su exposición Ir y venir de Valcárcel Medina en Barcelona, Murcia y Granada, una invitación del artista a transitar por toda su producción. Ha intervenido en galerías como Fúcares (Madrid), Espacio Mínimo (Murcia), T20 (Murcia) o la Caja Negra (Madrid). Recientemente ha realizado piezas específicas con el MACBA y en las salas Koldo Mitxelena.
En 2007 obtuvo el Premio Nacional de las Artes Plásticas por la coherencia y rigor de su trabajo desarrollado durante cuatro décadas. Valcárcel Medina ha realizado también películas, piezas sonoras, acciones, proyectos de arquitectura y libros que funcionan como ejemplos y marcas de situaciones. Tanto su trayectoria histórica como sus intervenciones más recientes revelan una actitud comprometida y ajena a la dinámica del mercado del arte.
En 2015 se estrena en el Festival Punto de Vista de Pamplona el documental No escribiré arte con mayúscula, dedicado a su vida y obra.
El jurado del premio ha estado presidido por Miguel Angel Recio, director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, y ha estado compuesto por Esther Ferrer, Premio Velázquez de las Artes Plásticas 2014; Bart de Baere, director del Museo de Arte Contemporáneo de Amberes (MHKA), designado por la Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España (ADACE); Iwona Blazwick, directora de Whitechapel Gallery de Londres, designada por la ADACE; Suzanne Cotter, directora del Museo Serralves de Oporto, designada por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; Marta Gili Rosique, directora del Jeu de Paume de París, designada por el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC); José Lebrero Stals, director artístico del Museo Picasso de Málaga, designado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; Isidro López-Aparicio Pérez, artista y presidente de la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales (UAAV); Alberto Martín Expósito, comisario y crítico de arte, designado por el IAC; Ha actuado como secretaria, Begoña Torres, subdirectora general de Promoción de las Bellas Artes.
Todos los premiados [1]
2002. Ramón Gaya
2003. Antonio Tapies
2004. Pablo Palazuelo
2005. Juan Soriano
2006. Antonio López
2007. Luis Gordillo
2008. Cildo Meireles
2009. Antoni Muntadas
2010. Doris Salcedo
2011. Artur Barrio
2012. No se falló
2013. Jaume Plensa
2014. Esther Ferrer
2015. Isidoro Valcárcel