El pintor Antonio López García, Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1985) y Premio Velázquez de las Artes Plásticas (2006), es uno de los representantes del realismo contemporáneo español y uno de los pintores españoles más cotizados en los mercados internacionales del arte.
Nacido en Tomelloso (Ciudad Real) en 1936, su temprana vocación por el dibujo, así como la influencia de su tío, el pintor Antonio López Torres, conformaron su decisión de dedicarse a la pintura cuando tenía tan sólo 13 años. Entonces se trasladó a Madrid para preparar su ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde permaneció entre 1950 y 1955.
Un investigador de la realidad
En 1955 viajó a Italia, y, después de terminar sus estudios, desde 1965 y hasta 1969 fue profesor encargado de la Cátedra de Preparatorio de Colorido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. En 1993 fue nombrado miembro de número de la madrileña Real Academia de San Fernando.
La obra del pintor se caracteriza por un sentido investigador de la realidad y está considerado como el padre de la escuela hiperrealista madrileña. En la Universidad de Navarra imparte desde el año 2006 el Taller de Pintura Figurativa donde se trabajan los géneros de la tradición figurativa, como el bodegón, la figura humana con modelos al natural y paisajes.