Teatro diferente
La compañía La Zaranda [1] (Teatro inestable de Andalucía la Baja) lleva treinta años girando por España y América con una propuesta teatral diferente, enraizada en la tradición de nuestra Cultura, de Zurbarán a Valle-Inclán, arraigada a la identidad popular, desde el juego hondo con el idioma hasta la presencia de fiestas y tradiciones, jugando con la ligereza de un tono menor que provoca la sonrisa y con una mirada transida de espiritualidad. Sus espectáculos han sido valorados por el público y la crítica hasta convertir a esta compañía en una de las más prestigiosas de nuestro país. Los textos de Eusebio Calonge, escritos sobre la piel y la voz de Paco de la Zaranda (Francisco Sánchez), Gaspar Campuzano y Enrique Bustos, nos llevan a lugares habitados por un espíritu antiguo, tal vez a la esencia del hecho teatral.
El trabajo de La Zaranda, fundada en 1978, comienza a ser conocido en toda España en 1983 con el estreno de Los tinglados de Mari Castaña. En 1985 inicia su andadura internacional con la gira de Mariameneo, Mariameneo, que inaugura una intensa relación de La Zaranda con América y muy especialmente con Buenos Aires. Vinagre de Jerez (1989) llega a grandes festivales internacionales, Perdonen la tristeza (1992) se representa en una veintena de países, Obra póstuma (1995) se estrena en Nueva Cork, etc. Ha continuado su andadura hasta Futuros difuntos por la que ha recibido el Premio Nacional de Teatro, y la recién estrenada Nadie lo quiere creer. La patria de los espectros (2010).
El Jurado
El jurado, presidido por el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM); Félix Palomero, con la vicepresidencia de la subdirectora general de Teatro, Cristina Santolaria; ha estado integrado por Lola López, David Ottone, Roberto Pascual, Lluís Pasqual, Gloria Muñoz y Vicky Peña, galardonada en la pasada edición.