«Hay algo único en la lectura», afirma quien se declara entregada a la literatura. Coherente con esa vocación, en 2018 abandonó su trabajo como responsable de marketing de una compañía multinacional para regresar a su ciudad natal y dedicarse a escribir, un ámbito en el que ha logrado distintos galardones.
Con el objetivo de seguir promoviendo y difundiendo esta modalidad narrativa, hoyesarte.com convocó, con la colaboración de la marca de comunicación Alabra y de Arráez Editores, la cuarta edición de un certamen internacional que pretende reconocer la dedicación, el esfuerzo y el buen hacer de quienes se deciden a poner en práctica el arte de la literatura con las dos caras de su jánica condición: el oficio de la escritura y el hábito de la lectura. Además se quiere rendir un merecido homenaje a la figura del maestro, personificado en Francisco González Ruiz, cuyo papel es imprescindible en la iniciación a la lectura, antesala de la escritura, en las edades más tempranas de la vida.
Esta edición, en la que participaron 1.003 autores de 37 países, y las tres anteriores, en las que lo hicieron 3.643 autores, ponen de manifiesto la buena salud de la que goza el cuento escrito en lengua española.
– ¿Qué supone para usted este premio?
Primeramente, muchísima ilusión. Este tipo de reconocimiento desata, por lo menos en mí, una alegría muy simular a la infantil. Hay algo que ha salido de ti, en lo que has puesto todo tu corazón e intelecto, que una vez expuesto, ha gustado y, además, es digno de reconocimiento. Es una sensación preciosa. Y, por supuesto, tratándose de una disciplina tan subjetiva como la escritura, y en mi caso tan incipiente, supone un espaldarazo de cara a futuras publicaciones, pero también y sobre todo, de cara a sobrellevar mejor aquello que Vivian Gornick llama «el dolor tranquilizador del esfuerzo diario», tan indispensable en la escritura.
– ¿Escribe habitualmente?, ¿ha participado en otros certámenes literarios?
Sí, actualmente me dedico a escribir. Gané otro concurso en 2021, el María de Maeztu de Relato Breve (Navarra) y luego he quedado finalista en otros dos: el Premio Fundación Fomento Hispania 2021 de Relato Breve (Madrid) y el Certamen Jara Carrillo de Relato Breve 2023 (Murcia), así que este sería mi cuarto reconocimiento en un concurso y mi segunda victoria. Los dos relatos reconocidos en 2021, Se alquilan barcas y Cinco maneras de peinarse, están incluidos en el primer libro de relatos que publiqué el año pasado, El regreso de Saturno (Alberdania).
– ¿Cómo surgió Cianuro de hidrógeno? Lo relativo y el contraste como elementos esenciales de esta historia…
Tuve un fogonazo de inspiración un día que estaba charlando con un amigo al que conozco desde la universidad. Tenemos muchísimas aficiones en común, pero en gustos coincidimos muy poco, así que nos pasamos los días discutiendo sobre si este escritor es mejor que aquel, esta película es buena o no, o este disco de tal grupo es mejor que el anterior… Y un día me asaltó la siguiente pregunta: ¿seríamos más amigos si estuviéramos de acuerdo o es precisamente el desacuerdo lo que funciona como motor de la relación? Y acto seguido escribí en la nota del móvil en la que anoto ideas para relatos nuevos: «Matrimonio feliz que se pasa toda una vida discutiendo». Cuando me puse a escribirlo, enseguida me vino a la cabeza la película En bandeja de plata de Billy Wilder e inmediatamente di con el tono. A partir de ahí comencé a escribir la historia, en la que inicialmente no había ninguna mente asesina, hasta que en el trance de la escritura apareció la idea y me dejé llevar por ella. Que la inspiración te pille trabajando.
– ¿Es el relato en general y este a modo de thriller el género en el que se mueve mejor como escritora?
El relato es, efectivamente, el género que más he explorado y en el que me siento más cómoda. Pero es el primer thriller de este tipo que escribo. Hasta ahora me había movido en otros géneros -dramático, cómico, fantástico, de terror…- pero nunca el thriller o noir, pero visto el éxito, creo que no será el último…
– ¿Por qué el lector debería acercarse a esta narración? ¿Qué mensaje le gustaría que quedase tras su lectura?
Hay mucha gente que relaciona la lectura con el esfuerzo, con que el lector tenga que hacer un gran esfuerzo, y en muchos casos no es así, y desde luego no en éste. Creo que es un relato que coge al lector de la mano y él solo tiene que dejarse llevar, y en ese viaje encontrará velocidad y mucho humor corrosivo. Una montaña rusa de la que sales algo despeinado, pero con una sonrisa en la cara. Espero. Y con respecto al mensaje, prefiero que cada lector se haga con el suyo, pero se me ocurre uno: «No te fíes de nadie que está leyendo el periódico y no pase de página».
– ¿Cuáles son sus autores favoritos?
De relatos, Lucía Berlín, Alice Munro, Guadalupe Nettel, Samantha Schweblin, Julio Cortázar, Ernest Hemingway, John Cheever, Guy de Maupassant. Y de narrativa, Annie Ernaux, Amélie Nothomb, Vivian Gornick, Sara Mesa, Toni Morrison, Virginia Woolf, Emmanuel Carrère, Ian McEwan, Coetzee y Stefan Zweig.
– ¿Por cuales se siente influenciada a la hora de escribir?
Me es difícil contestar a esta pregunta, creo que la mayoría de las influencias ocurren en el plano del inconsciente. Uno lee y lee, y va moldeando su estilo, no necesariamente intencionalmente. Aún sí, creo que el humor de Amélie Nothomb, la profundidad de Alice Munro, la delicadeza de Stephan Zweig, la crudeza y honestidad de Annie Ernaux, la sobriedad de Hemingway o la precisión de Carrère, por poner algunos ejemplos, son cualidades que no sé si están en mi literatura, pero desde luego intento no perder de vista.
– ¿Considera que la lectura y la escritura ocupan el lugar que les corresponde en la sociedad?
Hablar del lugar que les corresponde sería un tanto presuntuoso por mi parte, más bien diría que no ocupan el lugar que a mí me gustaría. Si por mí fuera, por lo menos la lectura, ocuparía el mismo lugar que el deporte en la sociedad. Conservo un recuerdo muy vívido de cuando era pequeña, que además se repitió varias veces: ir a casa de mis abuelos y ver El médico, la novela de Noah Gordon, en la mesa del salón. Mi abuela se lo estaba leyendo. En cuanto entrábamos, se quitaba las gafas de leer, las metía en una funda que colocaba cuidadosamente al lado del libro y se ponía a abrazar, jugar, cocinar… y yo me quedaba mirando aquel libro de ochocientas páginas y luego miraba a mi abuela y de repente ella adquiría una dimensión desconocida para mí. Me preguntaba de qué trataría la historia, si habría mucha sangre, si yo podría leer el libro alguna vez, qué estaría sintiendo y pensando ella mientras lo leía, si se lo contaba a alguien… Es de las pocas cosas que le vi hacer por y para ella. Hay algo único en la lectura. Walter Tevis dice en Sinsonte: «Leer es algo muy íntimo. (…) Te acerca demasiado a las emociones y a las ideas de los demás. Te altera y te confunde». Bien, pues yo deseo esa alteración y esa confusión, no solo para mí, sino para absolutamente todo el mundo.
La ceremonia de entrega de premios se llevará a cabo en el Ateneo de Madrid este viernes, 13 de diciembre, a las 19.00 h, en un acto abierto al público que concluirá con un concierto de Begoña Olavide, artista con una amplia trayectoria, desde la música medieval a las corrientes más contemporáneas, y excepcional intérprete de salterio, instrumento sobre el que ha desarrollado una técnica y escuela propias.
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